José Ramón Gómez Besteiro, junto a José Tomé
Crisis sin precedentes en el PSdeG: las denuncias contra José Tomé tambalean el proyecto de Besteiro
Cuestiona la bandera del feminismo del líder del PSOE gallego y la eficacia de los protocolos internos de Ferraz, que supuestamente conocían los hechos
Las acusaciones de acoso sexual por parte de varias compañeras del PSOE contra José Tomé, que este miércoles dimitió como presidente de la Diputación de Lugo y abandonó la militancia socialista —aunque retiene la alcaldía de Monforte—, van a pasar factura en el seno del partido. No solo se suma una nueva denuncia a las ya realizadas en los últimos días contra Paco Salazar (exasesor en Moncloa y mano derecha de Pedro Sánchez) y Antonio Navarro (secretario general del PSOE en Torremolinos), sino que el actual alcalde de Monforte de Lemos era hasta el momento uno de los hombres fuertes del socialismo en Galicia.
Valga por delante que prevalece la presunción de inocencia de José Tomé Roca en todas las acusaciones vertidas contra él, pero son seis los testimonios de mujeres militantes del PSOE que aseguran haber sido sus víctimas. Le denuncian por tocamientos, propuestas de empleo a cambio de favores sexuales y mensajes obscenos, y lo peor es que estas mismas afirman que lo pusieron en conocimiento de la formación a través del canal ético.
El partido que se erige como el gran defensor de las mujeres está acusado de callar ante los desmanes de los hombres de su partido. Los testimonios aseguran que al menos un caso era conocido por el propio José Ramón Gómez Besteiro y que las quejas no prosperaron. Hay voces que ya deslizan que se está barajando su sustitución.
Una figura clave en el socialismo gallego
El hecho de que un cargo tan importante del partido de Besteiro esté implicado en acusaciones graves de acoso sexual choca directamente con el discurso, generando una crisis de credibilidad en el socialismo gallego.
Con la renuncia de José Tomé, que si bien se ha presentado como voluntaria, nadie cree que lo fuera, el PSOE ha tratado de minimizar el daño a su imagen y salvar los muebles en el partido en Galicia. Pero no lo han conseguido porque renunció a su cargo, pero no que saliese por completo de la vida política. Mantener la Alcaldía de Monforte y su acta de concejal como no adscritos, mantiene vivo el foco mediático y la presión de la oposición, que exige su cese total. Esta decisión no hace más que prolongar la agonía del socialismo gallego.
No hay que olvidarse, además, que Tomé consiguió aglutinar la alcaldía de Monforte, la presidencia de la Diputación gracias a los pactos con el BNG y el liderazgo provincial del PSOE lucense, lo que le otorgó un control sobre el poder institucional y orgánico. Nunca ha tenido la relevancia pública de otros políticos de Galicia, pero sí es una figura clave del socialismo. Será difícil que la formación consiga aunar de nuevo tanto poder en una sola figura, especialmente tras este escándalo que pone en evidencia al PSdeG.