Besteiro, de la redención judicial al abismo político: el silencio que enterró la apuesta perdedora de Sánchez

Mientras que Alfonso Rueda sacaba pecho de aprobar unos presupuestos récord para 2026 durante la celebración de la última sesión del año de control en el Parlamento de Galicia, la bancada socialista ofrecía una imagen muy distinta: la de un partido dividido que hace aguas por la gestión de las denuncias en el caso Tomé. En el centro del foco, un José Ramón Gómez Besteiro aislado y acorralado por las críticas de la oposición y las de su propia formación.

Su silencio se remonta al pasado mes de octubre, fecha en la que la madre de una de las presuntas víctimas de acoso sexual le trasladó los hechos. A pesar de la gravedad del relato, el líder socialista optó por la inacción. Al no activar protocolo alguno, ha desatado una insurrección sin precedentes en el PSdeG. Esta revuelta de las socialistas gallegas, encabezada por la alcaldesa de La Coruña, Inés Rey, ha conseguido que se sumen los históricos del partido, como los expresidentes Touriño y Laxe.

El ocaso del 'resucitado'

Las bases descontentas por el encubrimiento cuestionan el liderazgo de Besteiro como líder de los socialistas en Galicia en un partido que lleva por bandera la causa feminista. Su dimisión sobrevuela, por mucho, que este martes se aferrase al cargo, con una frase más que cuestionable: «Dimitir tiene que dimitir el que acosa». Echar balones fuera no le está ayudando en absoluto para calmar la indignación de los suyos.

Si finalmente da un paso atrás, que parece la única salida, será el cierre a una carrera ligada a las siglas socialistas desde que salió de la Facultad de Derecho de Santiago y se afilió al partido. Besteiro, que sobrevivió a siete años de imputaciones judiciales, vería cómo su trayectoria se desmorona no ante los tribunales, sino ante la sentencia de sus propias bases.

Es irónico que estas presuntas denuncias de acoso sexual se produzcan en Lugo, donde se encumbró en la política ejerciendo de presidente de la Diputación desde 2007 hasta 2015 para después ser secretario general del PSdeG. Un año después se alejó de la primera línea tras ser imputado por la jueza Pilar de Lara en el caso Pulpo y otros vinculados a la operación Pokémon. Vivió siete años de calvario en los tribunales que terminaron con las causas archivadas sin que se probase que cometió delito alguno.

La gran apuesta de Pedro Sánchez

Besteiro estaba llamado a ser el hombre que devolviera el esplendor al socialismo gallego a su vuelta a la primera plana, en 2023, con el aval personal de Pedro Sánchez. Regresó a la política como 'mártir resucitado' con la promesa de un cambio en la Xunta de Galicia en las autonómicas de 2024. El presidente del Gobierno se volcó en su campaña, pero ni con esas. Fracasaron estrepitosamente. El PSOE solo consiguió nueve diputados, perdiendo cinco respecto a los últimos comicios, y hundió al partido hasta su mínimo histórico.

Como tercera fuerza política en Galicia, a los socialistas se les antoja muy difícil volver a las cuotas de poder de antaño y mucho menos con este panorama de descomposición interna y quiebra de la autoridad moral.