El plan perfecto para despedir el verano en Galicia
Outariz, el paraíso termal de Galicia donde el verano se despide entre aguas calientes
Son ideales para relajar la musculatura, mejorar la circulación y aliviar el estrés
El turismo termal se ha convertido en una de las formas más relajantes y saludables de disfrutar de Galicia. La región, famosa por sus manantiales y balnearios, ofrece espacios donde el bienestar se combina con la naturaleza y la historia.
Entre estos destinos, destacan las termas de Outariz en Orense, un auténtico oasis al aire libre que permite sumergirse en aguas calientes mientras se contempla el río Miño y el paisaje gallego
Pozas de agua caliente al aire libre
Las piscinas de piedra natural de Outariz están diseñadas para integrarse en el entorno. Por sus grietas brota agua a una temperatura cercana a los 60 °C, creando un contraste entre el vapor que se eleva sobre la superficie y el frescor Galicia. Estas aguas son ideales para relajar la musculatura, mejorar la circulación y aliviar el estrés.
Los beneficios de estas aguas son conocidos desde la época romana, cuando se asentaron junto a los manantiales. Hoy, las termas de Outariz se ubican en un entorno natural espectacular, rodeadas de vegetación y con vistas al río Miño, convirtiéndose en un destino perfecto tanto para los gallegos como para viajeros que buscan un tipo de turismo que va más allá del turismo de sol y playa.
El acceso a las pozas es gratuito y abierto todo el año. Se recomienda llegar temprano en temporada alta, ya que el aforo es limitado. La zona dispone de vestuarios, taquillas y aseos, así como de espacios para eventos y reuniones.
Un espacio inspirado en Japón
La estación termal de Outariz está inspirada en la cultura japonesa del Onsen. Con capacidad para 180 personas, cuenta con 11 termas exteriores y 3 interiores, organizadas en dos circuitos: Circuito Zen que está diseñado para meditación y relajación, con aguas calmadas y construcciones de madera y piedra ovalada y el circuito Celta que está inspirado en la arquitectura de los castros, con aguas en movimiento, chorros, burbujas y cascadas, ideal para aliviar tensiones musculares.
Ambos circuitos incluyen rotenburos y ofuros japoneses, chorros de gravedad, jacuzzis, toneles de agua fría, cuevas, saunas y un gran spa con efectos de corrientes, catarata y camas de agua.
La experiencia se puede completar con masajes y tratamientos de belleza, como baños aromáticos, chocolaterapia, vinoterapia, envolturas de barro, algas o té, además de peeling e hidratación. Para reponer fuerzas, la estación cuenta con un bar con terraza exterior, donde se sirven refrescos, bocadillos y especialidades japonesas, incluyendo sushi.
Un tren hacia la relajación
Una forma cómoda y divertida de recorrer el Paseo Termal de Orense es utilizar el Tren de las Termas, un simpático trenecillo de ruedas que parte de la Plaza Mayor y sigue el margen derecho del río Miño, acercándote a todos los baños de esta zona termal.
Aunque no es un tren turístico, ya que no ofrece explicaciones ni recorre la zona monumental, transita por espacios restringidos a otros vehículos, como el centro histórico, la calle del Paseo y, sobre todo, el propio Paseo Termal, donde se ubican las termas de A Chavasqueira, O Muíño da Veiga, Outariz y Burga de Canedo.
Además, es el único vehículo que cruza el Puente Romano, ofreciendo vistas únicas de este icónico monumento. El trayecto completo cubre 6 kilómetros en unos 40 minutos y cuesta 0,85 € por trayecto.