La Rapa das Bestas una lucha cuerpo a cuerpo entre animal y hombre

La Rapa das Bestas una lucha cuerpo a cuerpo entre animal y hombreEuropa Press

Rapa das Bestas: la tradición gallega que enfrenta cuerpo a cuerpo al hombre y el caballo

El curro es el recinto de piedra donde se realiza el rapado

Galicia ha vuelto a vibrar este primer fin de semana de julio con una de sus celebraciones más singulares y emocionantes: La Rapa das Bestas de Sabucedo. Este año, miles de personas han acudido nuevamente a la parroquia de Sabucedo, en el municipio pontevedrés de La Estrada, para ser testigos de un evento que es Fiesta de Interés Turístico Internacional y que ha sido reconocido oficialmente como Bien de Interés Cultural (BIC) por la Xunta de Galicia, garantizando así su protección y transmisión.

Enfrentamiento entre hombre y caballos

El eje central del ritual gira en torno a la convivencia ancestral entre el hombre y el caballo. Cada año, vecinos de Sabucedo y alrededores se organizan para reunir a los animales, que viven el resto del año en libertad en los montes, y llevarlos hasta el curro, un recinto de piedra donde se realiza el rapado.

Este acto no es un simple corte de crines sino que es un ritual en el que los ‘aloitadores’, personas expertas en esta tradición, inmovilizan cuerpo a cuerpo a los animales en un enfrentamiento físico que exige fuerza, técnica y un profundo respeto por el animal.

El día comienza al amanecer con el lanzamiento de cohetes y el repique de las campanas de la iglesia, que anuncian la misa de la Alborada, una ceremonia en la que se pide protección a San Lorenzo, patrón de la parroquia.

Después, comienza ‘A Baixa’, la bajada de los caballos desde el monte hasta el pueblo. Durante el recorrido, que cruza campos y senderos, no faltan las gaitas ni los cantos populares que acompañan a los grupos encargados de conducir a las manadas.

Una vez en el curro, se inicia la parte más intensa del ritual. Los aloitadores se enfrentan a los animales sin usar cuerdas ni herramientas. Uno se coloca en la cabeza del caballo, otro en la cola, y un tercero se lanza sobre el lomo para intentar desequilibrarlo. La finalidad es inmovilizarlo con destreza y seguridad para cortarle las crines, desparasitarlo y, en la actualidad, marcarlo con chip identificativo.

Este proceso, que dura varios minutos y requiere gran pericia, simboliza un enfrentamiento de igual a igual entre hombre y animal, donde no hay maltrato, sino una demostración de respeto, tradición y dominio técnico. Las crines obtenidas se aprovechan para fines artesanales: pinceles, hilos para tapices o arcos de instrumentos musicales.

Más allá de la rapa

Una vez finalizada la jornada, el ambiente festivo continúa con música tradicional gallega y gastronomía típica. A Rapa das Bestas atrae a visitantes por su espectacularidad, por su simbolismo y su valor cultural.

Una ceremonia que, año tras año, sigue transmitiéndose de entre generaciones y que mantiene intacto el vínculo entre el ser humano y la naturaleza salvaje.

En esta edición, la celebración ha vuelto a atraer a miles de personas de dentro y fuera de Galicia, consolidando esta práctica como una de las más emblemáticas del calendario festivo gallego.

Este año, la Rapa das Bestas continúa mostrando al mundo una de las expresiones culturales más intensas y auténticas de Galicia.

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