PSOE e IU votan en contra de la moción contra la Ley de Amnistía en la Diputación de Córdoba

PSOE e IU votan en contra de la moción contra la Ley de Amnistía en la Diputación de Córdoba

Ley de Amnistía

El PSOE resucita el fantasma del 36 en el pleno de la Diputación

Los verdugos convertidos en víctimas de los «fachas». Ese era el argumento previsible desde que los primeros ciudadanos salieron a las calles, frente a la sede del PSOE en Madrid, hacerse la víctima cuando, en realidad, eres el verdugo del estado de derecho, de la separación de poderes y de la seguridad jurídica.
La Ley de Amnistía provocará todo eso, como señalan casi al unísono jueces y fiscales, perdonando un golpe de estado en Cataluña, a presuntos terroristas (los CDR) que ya no podrán ser juzgados, a políticos imputados por delitos de corrupción, etc. Y, ante esto, el pleno de la Diputación de Córdoba ha debatido una enmienda presentada por Vox, condenando esa ley.
Pero si desde los despachos del PSOE en Madrid es relativamente fácil defender su propia contradicción (antes de las elecciones negaban la mayor), hacerlo en Extremadura, Andalucía, Cantabria o Murcia, no lo es tanto. Como tampoco lo es en cada ciudad o pueblo y la prueba, entre otras, la ha dado el secretario general del PSOE en Pozoblanco, desmarcándose. Rafael Villarreal se llama y, después de mostrarse en contra, en su condición de diputado provincial ya no lo está tanto y ha votado a favor de ella o, lo que es lo mismo, en contra de la moción presentada por Vox en la institución provincial, quizá porque el Palacio de la Merced está, a su juicio, lo suficientemente lejos de Los Pedroches.
Pero ese doble juego no lo seguía el portavoz del PSOE en Diputación, José Antonio Romero. Este defendía la ley de amnistía a tumba abierta y puede que, como hasta ahora, su irrelevancia política ha sido la tónica (fue portavoz socialista en el Ayuntamiento de la capital cuando Isabel Ambrosio se largó al Parlamento andaluz y su labor hizo que el PSOE perdiera concejales en Capitulares y en Diputación le toca defender la nefasta herencia de sus compañeros de partido en el anterior mandato), tal vez, este asunto puede que le lleve al estrellato.
Romero ha optado por lo que se esperaba y más, porque ha definido el comienzo de la investidura de Pedro Sánchez como un día feliz y ha tirado de «un meme que hay por ahí, que dice que hoy se lloran por España lágrimas de fachas y es verdad que se van a llorar». El lenguaje utilizado ya daba una pista, al victimismo le quedaba poco, tras el insulto.

El argumento de la guerra

Y, como era de esperar, llegó y acuso a PP y Vox de promulgar un «relato falso, irresponsable, guerracivilista, que enfrenta a los españoles, a las familias, a los vecinos, a los hermanos, algo que ya hicieron en el año 36 sus padres, sus abuelos políticos». La Guerra Civil es el argumento estrella del PSOE y no hace ni falta que la cosa se les complique.
«Están sacando a la calle a fachas agresivos», soltó Romero con un argumento recién salido del horno de cualquier red social. Y culpaba a PP y Vox de que a dos miembros del grupo socialista en Diputación los hayan amenazado, «los únicos responsables son ustedes».

Partidos hermanos

Irene Ruiz (IU), como buena socia de oposición en la Diputación, tiró de un argumentario similar. Y aseguró que la moción «es el reflejo de la frustración de PP y Vox por no haber podido alcanzar los pactos para gobernar. Es un insulto a esta corporación y a toda España». Para rematar su acalorada intervención (siempre eleva el tono pese a que haya micrófono) asegurando que se hace «desde la ignorancia más absoluta de lo que es un golpe de estado y de la poca historia». «Escupen veneno y odio», zanjó quien se acuerda de un conflico que va camino del siglo de historia.

Lo que los socialistas callaban

Miguel Ángel Torrico (PP) se lamentó de la «retahíla de insultos, descalificaciones, exageraciones, tensión» de Romero y aseguró que Esteban Morales (PSOE) es más inteligente ya que esta vez no fue el encargado de hablar del asunto como en el mes de septiembre. El popular se solidarizó con los miembros del grupo socialista y afeaba que ningún miembro del PSOE se pronunciara cuando en 2002 él sufrió una campaña de acoso (incluyendo la muestra de fotos suyas ensangrentadas). Le leyó el artículo 61 de la Constitución a Ruiz, para recordarle que l amnistía es inconstitucional. Y tiraba de hemeroteca para recordar a Romero todas las contradicciones del PSOE cuando negaba la amnistía.

El listado

Por su parte, Yolanda Almagro (Vox) leyó todas las instituciones, empresas y líderes políticos que rechazan la amnistía, que son la mayoría del país, de hecho, resultaba una extensa enumeración. Y cerró el debate subrayando que «la historia nos va dando la razón y lo que antes era blanco luego era negro. Os habéis enmendado a vosotros mismos por el precio de siete votos y las consecuencias las sufriremos todos».
Ahora, no se sabe si a Romero le tocará explicar pueblo por pueblo de Córdoba las bondades de perdonar deudas multimillonarias a Cataluña y no. los demás; las de amnistiar a presuntos terroristas; y a supuestos corruptos; mientras enarbola la bandera de 1936.
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