Una de las torres almohades que se van a restaurar en Palma del Río
El Ayuntamiento de Palma del Río restaurará dos torreones almohades
Ambas construcciones presentan patologías variadas
l Ayuntamiento de Palma del Río ha iniciado los trámites para la restauración de dos torreones almohades, que se encuentran adosados a la muralla y cuyo estado de conservación es deficiente. Para ello, el Consistorio palmeño ha elaborado un proyecto que asciende a 103.857 euros para consolidar estas dos construcciones militares.
Las torres están situadas en las calles Presbítero José Rodríguez y en Fuentecilla de los Frailes, dentro del conjunto monumental de Palma del Río, datan del siglo XII, aunque tuvieron modificaciones importantes en el siglo XVI, cuando se abrió la tercera puerta para dar conexión al convento de Santa Clara.
Las patologías
El proyecto de intervención, que ha sido redactado por los arquitectos Antonio Raso, César Egea y Dionisio Javier de la Rosa, detalla también las patologías que presentan en la actualidad ambos elementos constructivos. En concreto, estas torres están aquejadas de patologías variadas como erosión y desgaste del tapial, humedad, suciedad, plantas de diferente porte, líquenes, cementos o alteración de los mechinales originales, entre otras.
Estado actual de la torre de la calle Fontecilla de los Frailes
La defensa almohade de Palma del Río se conserva en su mayor parte, salvo en la fachada oeste, de la que falta un buen tramo, y la fachada sur, donde se encuentran las dos torres que se van a restaurar.
Dimensiones de la muralla
El informe elaborado para esta intervención detalla que la muralla cuenta con una anchura que oscila alrededor de los dos metros y una altura entre los seis y ocho metros. Tenía un adarve superior protegido al exterior por almenas rectangulares, de las que quedan algunas originales y varias restauradas.
Estado actual de la torre de la calle Presbítero José Rodríguez
Los cubos, o torres, adosados a la cerca tienen planta rectangular y están macizados hasta la altura del adarve por donde se accede a un espacio interior cubierto con cúpula de ladrillo, con troneras en los tres lados. La altura total de las torres alcanza los once metros. La cerca y cubos están construidos con muro de tapial.
La torre de la calle Presbítero José Rodríguez fue intervenida recientemente en sus paramentos exteriores, por lo que ahora sólo se actuará en su cubierta y en el interior. En el caso de la otra torre, se encuentra adosada al colegio Inmaculada Concepción, que tiene una puerta y unos parterres adosados a esta construcción defensiva. Debido al mal estado del adarve, carece de acceso natural al habitáculo superior. En su terraza se conserva una base de hormigón que en tiempos sostuvo un depósito de agua y que ahora provoca daños a la torre por su peso.
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