Sinfonía salvaje tras el caos atmosférico

La Sala Impala de Córdoba acogió uno de los mejores conciertos de este año con León Benavente en pleno estado de ebullición

Córdoba Act. 16 nov. 2025 - 19:15

León Benavente

León BenaventeSamira Ouf

El cantante de León Benavente, Abraham Boba, ha publicado recientemente un libro titulado 163 centímetros. Es un ensayo en el que reflexiona sobre cómo es la vida y las relaciones de los hombres bajitos. Se supone que Boba lo es. Pero tras verlo en el escenario, no con uno, sino con dos micrófonos en cada mano mientras cantaba En el festín, se puede decir que el vocalista protagoniza una adaptación musical de El increíble hombre menguante pero justo al revés: Abraham Boba es un tipo que se agiganta a cada canción, un animal que baila a veces como un rockero loco con botines de tacón cubano y otras con una sensualidad canalla y cabaretera. Boba es muy grande. Y sus compañeros también.

Llegaban León Benavente a una Córdoba en pleno caos, azotada por la borrasca Claudia y con los imbornales de fiesta, los tiestos volando y los taxis - siempre los taxis- desaparecidos. Pero ellos traían la sinfonía con la que llevan girando más de año y medio y que ahora presentan en salas, tras los festivales del verano.

León Benvente

León BenventeSamira Ouf

Nueva sinfonía sobre el caos, su último álbum hasta la fecha y motivo principal de la gira, ha sido su apuesta más electrónica y pulida, enfocada al baile, de las publicadas. El resto de las canciones del repertorio en directo se contagian de ese espiríritu electro-rock y todo se vuelve más salvaje en León Benavente.

Abrieron con Úsame/Tírame, que no solo es una metáfora actualísima de esta época, sino que es el primer pelotazo para un público que sabe que desde ese momento no va a parar de bailar. A la moda, Nada, No hay miedo, Amo y Como la piedra que flota demostraron que la máquina de César, Luis , Edu y el propio Abraham no solo está perfectamente engrasada, sino que es atómica.

También sirvió para comprobar A) que la Impala tiene un equipo de sonido espectacular y B) que los Benavente trabajan con un equipo técnico y humano de champions. C): la peña lo gozó. Sobre todo porque se ha tomado como algo normal el sonido infame de muchos equipos, salas y grupos - no daremos nombres, claro- y encontrarse con un grupo con esos decibelios y limpieza, sin acoples, ni distorsión, ni ruido ni zumbidos, es una experiencia casi nueva para muchos.

El público en la Sala Impala

El público en la Sala ImpalaSamira Ouf

Ánimo valiente trasladó a los fans a la primera época de León Benavente, al igual que La Ribera. Y podría parecer que con La canción del daño y Gerry se entraba en un tramo más pausado y tranquilo, pero nada más lejos de la realidad: Boba en Gerry ya estaba completamente desatado y con esa maravilla narrada que es Habitación 615 el frontman ya era la propia canción en sí misma, fundido con el suelo del escenario, con el público, con los monitores y los focos, con sus tacones.

El homenaje siguió con California, Baile existencialista, Mítico - extendida en su formato en vivo y única canción del álbum 'Era' en el setlist- Su verso , Tipo D y Qué cruel, que podrían haber dejado exhausto al público pero que contribuyó a aumentar el ambiente espídico que se respiraba en la Impala desde el comienzo del bolo.

León Benavente

León BenaventeSamira Ouf

«El milenarismo va a llegar»

León Benavente encaraba la recta final de su noche cordobesa con lo que mejor se les da : contar la vida de ahora, común a un par de generaciones de contribuyentes españoles desengañados, con sus soledades a cuestas y sin más horizonte que un amanecer repetido y tedioso. La aventura ( «Qué mala suerte, qué calamidad, el milenarismo va a llegar») y Ser Brigada se convertían en un fin de fiesta al que le quedaba un bis espectacular con En el festín, Gloria y Ayer salí, esta última como cierre premonitorio de la mañana de domingo para algunos de los que estaban en la sala. Saludos y hasta siempre.

Pero hete aquí que, aún siendo este un bolo insuperable por profesionalidad, éxitos, ejecución, sonido y los propios muchachos de León Benavente, Boba se fue a la recién abierta sala anexa de la Impala y se puso a pinchar dándolo todo, como si no se hubiera dejado el traje y la piel unos minutos antes en el escenario.

DJ Boba, de relax tras el concierto

DJ Boba, de relax tras el conciertoSamira Ouf

163 centímetos dice. Ya, claro.

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