La sensatez es una cualidad de acción de personas o de grupos que huye de discursos simplemente fáciles y reiterativos. La sensatez requiere de seriedad, de equilibrio, de experiencia y hasta de profesionalidad, prudencia y serenidad en las acciones a acometer.
En cualquier momento, es la cualidad que cualquier persona querría tener para enfrentarse al futuro, la que quisiera igualmente para los demás independientemente de sus opiniones e ideas, porque con sensatez siempre se llega a un punto en común, la que supone respetar y ser respetado, con la máxima de identificar y reconocer que no todo vale para conseguir una meta, ni ningún extremismo es un camino válido por recorrer para conseguir nuestros propios objetivos.
La sensatez se requiere en todos los momentos, pero quizás más en aquellos en los que reconoces que tus decisiones supondrán cambiar tus caminos de futuro, y de aquellos que te rodean y te sigan, es la cualidad de los líderes, de aquellos que definen, dirigen e inician un camino, reconociendo que lo importante es llevarlo a cabo aun sabiendo que en algún momento y por cualquier circunstancia ellos mismos pueden llegar a ser prescindibles si la misma sensatez así se lo requiriera, porque lo importante es el logro de alcanzar la mayoría la meta, porque esta actitud de sacrificio y de entrega llegado el caso, está por encima de su propia persona, de las ideas y de los momentos de posible liderazgo.
La sensatez asimismo huye del mensaje populista y aspiracionista de querer ser lo que no es, de buscar tener la razón porque sí, de los egos de aquellos que de forma repetitiva se mueven y buscan equilibrarse continuamente en el péndulo de la sinrazón, si con ello consiguen mantener su estatus y posición personal.
La sensatez no va en contra de ninguna idea, y en todo caso se enfrenta a aquellas situaciones y aquellas personas que actúan sin ella, persiguiendo como objetivo un marco aspiracional donde el respeto y la libertad individual, sea conjugada de igual forma con el respeto y la libertad colectiva, con el compromiso de ayudar a alcanzar el mejor marco aspiracional posible del individuo, en conjunción con la colectividad donde el mismo se relaciona.
La sensatez es en sí mismo un marco conceptual al que todos deberíamos dirigirnos en algún momento, un punto de encuentro más cercano con todos los demás, una cualidad que sin duda todos buscamos y deseamos se encuentre más a menudo entre nosotros y entre quienes nos rodean.
La sensatez es la actitud que todos querríamos de aquellos que tienen la responsabilidad de dirigir los designios de los demás en cualquier orden de la vida, -familia, amigos, compañero, en la universidad, en la empresa, en los gobiernos…-, es la conducta que transmiten las personas que muestran prudencia, madurez, sabiduría, empatía y buen juicio en sus actos y decisiones, es la distinción que más se valoraría en los momentos cruciales y más importantes de nuestra vida, de una sociedad, de nosotros mismos y de los que nos han de guiar en algún momento. Es la característica y modo de actuar que desearíamos de un buen dirigente para enfrentarse a un mar de cambios, de dificultades y obstáculos para visionar y alcanzar el mejor puerto, las mejores metas para el conjunto al que dirige.
España requiere más que nunca de la sensatez de todos, y especialmente de aquellos que deberían reconocer que están para servir y no para ser servidos ni elogiados.
España con sensatez no es un discurso, ni siquiera debería ser sólo un buen eslogan de campaña electoral que sin duda entendemos ya lo es -con sentido y objetivo claro de cómo hacerlo-, es más que simplemente eso, es en estos momentos la aspiración y la necesidad que todos y en todos los lugares, más se identifica con lo que realmente necesitamos, y es la acción a emprender en la que sin vacilación estamos más todos de acuerdo en llevar a cabo para alcanzar un mejor país para todos.
España con sensatez nace de un estudio y reflexión realizado del Instituto de Investigación Concepto que parte de la identificación de los mensajes, reflexiones, coloquios, y debates que en estos momentos se vienen produciendo de cara a las diferentes elecciones que se vienen llevando a cabo, un análisis que concluye con una definición conceptual en la que se identifica un amplio espectro de la sociedad diversa de nuestro país.
Entendemos que las actuales circunstancias de alta confrontación, de desviación interesada de los debates hacia los propios y exclusivos objetivos partidistas, irán radicalizándose en la medida que vaya avanzando la campaña electoral, siendo un error si en general la gran mayoría de los partidos políticos buscan el marco de campo de batalla en la contienda más acérrima posible como su mejor estrategia.
España con sensatez es en todo caso una definición diferente de como desean los ciudadanos nos enfrentemos al futuro, una oportunidad por otro lado de quien defina su estrategia y campo de confrontación de ideas, en una dimensión de entendimiento en la que se identifican sin dida una gran mayoría de ciudadanos independientemente de su posición y convicción ideológica.
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