editorialLa Voz de Córdoba

Aterrizar

Actualizada 05:00

La delegación socialista cordobesa ha ido a Fitur con el ánimo de fiscalizar la labor de los equipos de gobierno de Ayuntamiento y Diputación y de paso, colgarse la medalla de la ampliación del aeropuerto de Córdoba. Como una feria siempre relaja los ánimos a pesar de las agendas complicadas, el portavoz socialista tuvo una oportunidad inmejorable para callarse al criticar, también, el tono oscuro del pabellón de la Junta de Andalucía frente al «colorido» que representa el socialismo, según sus palabras, tan colorido que no escatiman pactos cromáticos del rojo extremo al azul-estelada, tanto con ultraderechistas catalanes como con filoterroristas. El estand de Andalucía ha sido premiado como el mejor de Fitur.
La inquina hacia la Junta solo demuestra que el PSOE sigue sin asimilar sus derrota electoral en lo que fue más cortijo socialista que comunidad autónoma y, por otra parte, la falta de liderazgo que padecen con Espadas, que debería aprender de Page al menos en lo de jugar al patriotismo regional, algo que tarde o temprano pasará factura a su jefe, el presidente entregado a vascos y catalanes.
El Ayuntamiento y la Diputación de Córdoba han aprovechado Fitur para presentar un acuerdo con la aerolínea Air Nostrum, que comenzará a ofrecer vuelos regulares a Baleares y Canarias desde este verano, una de las asignaturas pendientes de la ciudad y la provincia y que será viable, entre otras cosas, a la remodelación que Aena ha llevado a cabo en las instalaciones aeroportuarias. Como con el tema de la Base logística del Ejército, fruto del trabajo de varias administraciones y entidades, el alcalde ha tenido especial cuidado en no convertir este acuerdo en un logro partidista y agradeció la labor de las distintas partes implicadas, entre ellas la administración central. Sin embargo poco después de criticar la oscuridad del estand andaluz en Fitur, los socialistas se dedicaron a sacar pecho con la reforma del aeropuerto «hecha por el Gobierno de Pedro Sánchez» y pidieron más implicación comercial al Ayuntamiento para el uso del mismo. Como si concertar vuelos regulares no lo fuera.
Se puede, y se debe, hacer una labor de oposición cuando las urnas te han colocado en ella. Pero conviene recordar que del ridículo no se regresa, y los socialistas cordobeses parecen instalados en él sencillamente porque siguen en clave de gobierno. Y ese es uno de los problemas que conlleva el no aterrizar, de verdad, en el sitio en el que la democracia te pone.
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