Vender un pedazo del puente de Brooklyn
El sentido común no implica necesariamente una gran cualidad de la mente
Hoy tuve que llegarme al entorno del Cabildo y qué mejor que aprovechar el desplazamiento andando por el entorno del Guadalquivir, paseando por la Rivera. Mientras caminaba me vino a la mente una frese de David Ortega, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Rey Juan Carlos, publicada en su columna de opinión en diciembre de 2019. «Vivimos tiempos complejos, casi todos lo son, y nuevamente debemos llamar la atención sobre lo que es importante y relevante en nuestra vida pública, entre tanto marasmo, confusión y charlatanería. Jerarquizar lo que es esencial y marcarlo con claridad me parece prioritario, si se quiere avanzar y progresar de manera seria y responsable».
También decía que, “Vivimos tiempos raros, donde no se tienen claras las ideas básicas: qué es una democracia, qué es un Estado de derecho, qué es una Constitución, qué es un poder constituido –fruto de la Constitución y sometido a ella–, qué es un poder constituyente –el que elabora la Constitución, el único soberano pues, es decir, el pueblo español, algo que el nacionalismo independentista tampoco entiende–“.
Al pasar unos años se puede comprobar, con toda la pena del mundo, que las cosas no van bien. Y que son muchas las formas de ejercer el liderazgo, la política y la representación de forma digna y justa, lejos de lo que apreciamos cada día con el menosprecio del pueblo hacia sus representantes, que día a día, se alejan cada vez más de lo prometido, actuando solo mirando sus propios intereses, envueltos en la manta de la mentira y el autoritarismo. Y así no se puede seguir.
Francisco Marín Pérez, Vicepresidente del Foro de Empresas Innovadoras (FEI), ya comentaba hace 1 año en su página de Linkedin que, «Vivimos días muy confusos. Es imprescindible no perder el norte. Escribir cuando el horizonte no está claro es bien difícil; sin embargo, es cuando más falta hace no perder el norte, mantener claro hacia donde vamos. Y en estos tiempos, el camino es evidente: no habrá mejora de competitividad, si no aumentamos en productividad y la mejor forma de conseguir ese incremento debe basarse en la I+D y en la INNOVACIÓN. Necesitamos guías que nos lleven a esas metas. El Plan Estatal de Investigación Científica, Tecnología e Innovación 2024-2027 (PEICTI) es un documento muy necesario».
A lo largo de toda la historia, son muchos los hombres y mujeres que han competido en ingenio a la hora de establecer con rotundidad sus conceptos, así como historiadores, políticos, escritores, militares, gobernantes, librepensadores, emperadores, médicos, científicos, descubridores, etc. Fueron hombres y mujeres que en ocasiones, con una ortodoxia muy singular, sin que por ello le restemos méritos a la agudeza y a la perspicacia de que han hecho gala aquellos que han tenido y tienen la valentía de definirse por algo en concreto, hacerlo con espíritu de síntesis necesario para dar a entender su versión profunda y filosófica de los temas analizados.
Y me fui a un recopilatorio de frases célebres que pudiera poner en nuestras manos un compendio de dichos, máximas y sentencias, procurando en todo momento hacer llegar aquellas que, a mi entender, son más imponentes y significativas, y que reflejan, al mismo tiempo, con mayor agudeza, la critica, el análisis o juicios de los temas a que se refieren. Así, les dejo algunas de las muchas que podría seleccionarse. Que cada cual saque sus reflexiones y consecuencias.
Luciano de Samósata, escritor sirio en lengua griega. «Tengo a los aduladores por mucho más bellacos que aquellos a quien adulan, y los considero los únicos causantes de la soberbia de estos».
Jonathan Swift, escritor satírico anglo-irlandés. La ambición suele llevar a los hombres a ejecutar sus menesteres más viles, por eso para trepar se adoptan las mismas posturas que para arrastrarse”
Plutarco, historiador, biógrafo y filósofo moralista griego. «Un ejército de ciervos dirigidos por un león es mucho más temible que un ejército de leones dirigidos por un ciervo».
Jacinto Benavente, dramaturgo, director, guionista y productor de cine español. «Si murmuran la verdad aún puede ser la justicia de los débiles, la calumnia no puede ser nunca más que la vergüenza de los cobardes».
William Shakespeare, dramaturgo, poeta y actor inglés y se le considera como uno de los más célebres de la literatura universal. «Los cobardes mueres muchas veces antes de su propia muerte; los valientes gustan la muerte solo una vez».
Pitaco, estadista que vivió entre los años 640 a. C. y 568 a. C., conocido como uno de los Siete Sabios de Grecia. «Para que un imperio esté bien gobernado es necesario que el rey y todos los que ejercen autoridad obedezcan a las leyes como simples individuos».
Proverbio Hebreo, «El hábito es al principio ligero como una tela de araña, pero bien pronto se convierte en un sólido cable».
Corneille, fue un poeta, teórico y dramaturgo francés, «Un mentiroso siempre es pródigo en juramentos».
Gumersindo de Ascárate, jurista, historiador, catedrático y político krausista5 español, «La ley debe ser ciegamente respetada y libremente discutida».
Guy Mollet, político socialista francés, que ejerció como primer ministro entre 1956 y 1957, sobre la política dijo, «La coalición es el arte de llevar el zapato izquierdo en el pie derecho, sin que salgan callos».
Si alguien te intenta vender un pedazo del puente de Brooklyn y tú declinas, eso es de sentido común, es decir, de un juicio práctico. El sentido común no implica necesariamente una gran cualidad de la mente; eso explica por qué se considera común.
Por eso es bueno recordar que no te dejes engañar, el sentido común es demasiado común para ser realmente sentido.