La celebración de la solemnidad de los santos Acisclo y Victoria no es la rememoración de algo lejano en el tiempo, ocurrido a principios del siglo IV, sino que es un hecho frecuente en la actualidad porque «el martirio es una realidad actual porque la Iglesia está viva». Así lo ha señalado el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, en el transcurso de la homilía en la misa por el rito hispano mozárabe celebrada en la basílica de San Pedro en la solemnidad de los patronos de la Diócesis.
El prelado ha recordado que rara es la semana en la que no se conoce la noticia del asesinato de cristianos en algún lugar del mundo, por lo que la nómina de mártires crece constantemente, ya que la Iglesia católica «es la religión más perseguida del mundo y eso genera mártires».
En el caso de Córdoba, el obispo ha recordado que en la capilla sacramental de San Pedro se veneran los restos de los primeros mártires de la ciudad, a los que en el caso local se han añadido los de la persecución religiosa de los años 30.
Misa MozarabeJesús Caparrós
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En la misa, monseñor Fernández ha estado acompañado del vicario general, Antonio Prieto, y del párroco de San Pedro, Domingo Moreno, entre otros sacerdotes. El acompañamiento musical a corrido a cargo del coro del Seminario de San Pelagio.
