Bendición y presentación de la reformadle paso de palio de Nuestra Señora de las Lágrimas
El paso de la Virgen de las Lágrimas cambia para que todo siga igual
La hermandad ha armonizado sus dimensiones para resaltar la presencia de su titular
Aparentemente y a cierta distancia no se aprecian los cambios en el paso de la Virgen de las Lágrimas; es más, quien desconozca estas modificaciones creerá con toda lógica este Miércoles Santo que es el mismo del pasado año. Éste es el objetivo que se fijó la hermandad de la Misericordia en junio de 2021, cuando decidió no sólo modificar sus dimensiones, sino también traspasar los bordados a un nuevo terciopelo.
El resultado de este proceso se ha presentado en la basílica de San Pedro, donde el hermano mayor, José Manuel Maqueda, ha explicado que la finalidad de los trabajos era «armonizar las proporciones para darle más realce a la Virgen de las Lágrimas» y que, a la vez, «no se pierda la personalidad del paso».
Luis de Torres, Domingo Moreno, José Manuel Maqueda y Antonio Varo
Los respiraderos, varales y demás orfebrería siguen siendo dorados y los inconfundibles bordados de las adoratrices descansan sobre un terciopelo malva, de la misma tonalidad que el primitivo.
El cronista y archivero de la Misericordia, Antonio Varo, ha explicado el proceso por el que este paso ha adquirido su actual personalidad desde 1950, en que salió por primera vez, hasta la actualidad. Su inconfundible sello, ha dicho, llega en 1958, cuando el conjunto se armoniza en los tonos malva y oro, y desde entonces se han cambiado los varales dos veces, también la candelería y otros elementos, pero «siempre manteniendo la impronta».
Un equipo de profesionales
El mayordomo, Luis de Torres, ha pormenorizado todos y cada uno de los cambios realizados de forma conjunta por un equipo de profesionales formado por carpinteros, doradores, orfebres y bordadores. En síntesis, el paso es ahora más corto y más alto, así como levemente más ancho.
La nueva parihuela del paso y el bastidor del palio son del taller de Manuel Torres, en La Rambla; la reforma de los respiraderos ha corrido a cargo del taller de Ortiz-Jurado bajo el diseño de Miguel Ortiz; Enrique Castellanos, de Sevilla, ha dorado y estofado las nuevas piezas de los respiraderos; la intervención en los varales y el ajuste de la crestería ha corrido a cargo de Creaciones Soriano, de Córdoba, y el pasado a nuevo terciopelo del techo y bambalinas del palio ha sido realizado por Juan Rosén, de Málaga, autor de varios trabajos para la Misericordia.
El acto de presentación lo ha cerrado el párroco de San Pedro, Domingo Moreno, quien ha subrayado el «trabajo armónico» realizado en los últimos casi dos años y que ha dado como resultado «un trabajo de comunión, porque varios artistas han logrado unir energías para hoy tener lo que vemos».
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