El Cristo de la Providencia derrama sus gracias camino de la Catedral

El Cristo de la Providencia derrama sus gracias camino de la CatedralJesús D. Caparrós

Córdoba reza con la Providencia

El bullicio volvió a ser la nota añadida a una nueva jornada de vísperas

Bien por ganas o bien por la previsión de agua para las próximas fechas, la ciudad se ha echado en la calle a las vísperas de la Semana Santa. El viernes de Dolores, con el exquisito caminar del Cristo de la Providencia camino de la Santa Iglesia Catedral en Vía Crucis, ha marcado una jornada con cada vez más presencia y más importancia.
Tenía la tarde-noche un color raro, pero el aroma a incienso y la dulce melodía de la banda de la Esperanza dibujó una tarde magnífica para sentir junto a la fraternidad que nace en la Trinidad. Hasta el patio de los Naranjos llegó, rezó en la Santa Iglesia Catedral y discurrió de nuevo hacia su templo con la noche plenamente cerrada.
En el resto de puntos de la ciudad, distintos vía crucis cumplieron los estatutos de sus respectivas hermandades. En Capuchinos el señor de la Sangre, por San Lorenzo Ánimas y el Prendimiento y cerquita de ellos el Rescatado. Las calles se oscurecieron y las velas de los devotos alumbraron una noche que ya adivina la llegada de una nueva Semana Santa.
Por la mañana, en Capuchino, San Jacinto volvió a ser el epicentro de este viernes con la fiesta de regla de la hermandad de los Dolores. La multitud se acercó a ver a la Señora de Córdoba, así como a la Virgen de la Paz y Esperanza, expuesta en besamanos, y a los titulares de la hermandad del Císter, expuestos en el cocherón antes del Vía Crucis nocturno.
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