«En María contemplamos lo que toda persona humana está llamada a ser»

Ante la celebración este domingo de la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha dedicado su carta semanal a este y en la misma recuerda que esta fiesta «nos trae la frescura de una mujer limpia de todo pecado, una mujer resplandeciente como el sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas».

En la misiva señala que esta mujer «es la Purísima, es María que fue elegida por Dios para ser madre de su Hijo divino, y por eso la adornó con toda clase de dones y gracias. Es la «llena de gracia», como la saluda el ángel de parte de Dios».

Por ser llena de gracia «María santísima sale a nuestro encuentro para mostrarnos sin palabras que existe una humanidad nueva, una nueva manera de vivir, otra forma de sentir y de experimentar la vida. Y eso es lo que viene a traernos Jesucristo, para el que estamos preparando el belén de nuestro corazón».

Recuerda también que el Adviento «nos conduce a la Navidad, y en este recorrido María se nos presenta como la primera redimida, la mejor redimida, la plenamente redimida por el amor de su Hijo, que se ha hecho hombre en su vientre virginal y la ha dejado virgen para siempre en esa virginidad llena de vida y de fecundidad».

María mediadora

El obispo no pasa por alto que Inmaculada Concepción significa que María fue concebida libre de pecado y que «a nadie más se le ha concedido esta gracia, y a ella se le ha concedido para ser mediadora de esa gracia purificadora para todos los humanos, incluso para toda la creación, que en ella recupera su frescura original no contaminada».

Por último, el prelado pide a los cordobeses que se preparen para la fiesta de este domingo «y así como a ella la llenó de gracia, también a nosotros quiere llenarnos de esa misma gracia, según la medida del don de Cristo para cada uno».

Puede leer íntegra la carta semanal en este enlace.