
De izquierda a derecha: Darío Reina, Jesús Fernández, Antonio Reyes y Amparo Velasco, durante la presentación de la memoria.
Cáritas Córdoba vuelve a ser clave en la acción social con más de 19.000 personas atendidas en 2024
La entidad de la Iglesia católica lanza su campaña del Corpus Christi con el lema «Mientras haya personas, hay esperanza»
Cáritas Diocesana de Córdoba reafirma su compromiso con la acción social en el seno de la Iglesia local, tras haber acompañado en 2024 a 19.478 personas en situación de vulnerabilidad en toda la provincia. Así lo refleja su memoria anual, presentada este martes en el Obispado junto a la campaña del Corpus Christi, que este año se desarrolla bajo el lema Mientras haya personas, hay esperanza.
La institución ha sostenido su labor a través de una red de 167 Cáritas parroquiales y el compromiso de 1.500 personas voluntarias, que hacen posible una atención directa y continua en los distintos lugares de la diócesis. Como ha subrayado el obispo de Córdoba, Jesús Fernández, «Cáritas es expresión concreta de la caridad de las comunidades cristianas», una de las tres dimensiones esenciales de la vida eclesial junto con la fe y el culto.
Durante el pasado año, Cáritas invirtió cerca de 3 millones de euros en sus distintos programas, centrados en necesidades básicas, vivienda, empleo, acompañamiento a mayores, personas sin hogar, familias con menores, migrantes, mujeres y personas afectadas por VIH. Entre los datos más destacados, figura la atención a 1.070 personas sin hogar, 836 personas en programas de empleo y 127 en recursos de vivienda. Además, se desarrollaron iniciativas específicas para combatir la soledad no deseada entre los mayores y fomentar su inclusión.
El director de Cáritas, Darío Reina, ha reconocido que 2024 fue un ejercicio marcado por un contexto económico adverso, que obligó a reducir el presupuesto un 13%, pero destacó que se ha mantenido la actividad gracias al «esfuerzo de racionalización, al apoyo de instituciones como el Cabildo Catedral y, sobre todo, al compromiso de los equipos parroquiales». Reina ha subrayado también que las demandas de ayuda vinculadas a vivienda y suministros básicos se han incrementado notablemente, reflejando un deterioro sostenido de las condiciones de vida en muchas familias.
La campaña del Corpus, que culminará el domingo con la misa y la procesión, tiene como eje central la colecta solidaria, cuyos fondos se destinan a reforzar los proyectos parroquiales en zonas con menos recursos. El delegado diocesano, Antonio David Reyes, ha recordado que el mandato de Jesús de «dadles vosotros de comer» sigue vigente hoy: «Allí donde parece que el Señor no está —en los márgenes, en la exclusión—, es precisamente donde debe hacerse presente a través de nuestras obras».
Una muestra de ese compromiso cotidiano la ofreció Amparo Velasco, voluntaria en Cáritas de la parroquia de San Miguel, quien ha compartido su experiencia en el acompañamiento a familias y mayores. «Muchos vienen sin saber qué necesitan exactamente. Nuestra labor es escucharles, caminar con ellos y ayudarles a recuperar la esperanza», explicó. Entre otras actividades, destacó el espacio Café en familia, que reúne cada quince días a personas mayores del barrio para compartir conversación, juegos y compañía.

Presentación de la memoria 2024 de Cáritas Córdoba
La campaña incluye también actividades de sensibilización como la Vigilia de la Caridad, prevista para el jueves a las 22.30 horas. Desde Cáritas se insiste en que la colaboración ciudadana sigue siendo esencial, tanto mediante donativos como a través del voluntariado, para que «ninguna persona quede fuera del cuidado comunitario que nace del Evangelio».
Cáritas durante el pasado año, en cifras
La labor de Cáritas se apoya en una red territorial de 167 Cáritas parroquiales activas, con 1.500 personas voluntarias implicadas, 851 socios y 249 entidades colaboradoras. A nivel económico, la inversión social total en 2024 ascendió a 2.965.556 euros. El área con mayor asignación fue la atención a personas sin hogar, con 796.356 euros (29,2%), seguida por los programas para personas mayores en exclusión, que recibieron 634.122 euros (25,9%), y los programas de empleo, con 418.417 euros (15,3%). A ello se suman 389.081 euros destinados a cubrir necesidades básicas como alimentación, suministros, vivienda o farmacia (14,6%), 200.501 euros para recursos de vivienda (7,3%), 38.683 euros en atención a personas con VIH (1,4%) y 36.862 euros para formación y voluntariado (1,3%).
Los ingresos totales fueron de 3.244.533 euros, de los cuales el 66% procedieron de fuentes privadas (donaciones, campañas, colectas o colaboración empresarial) y el 34% de subvenciones públicas. Además, el Fondo Diocesano de Solidaridad permitió canalizar 60.500 euros hacia 20 parroquias con menos recursos, reforzando sus proyectos sociales con el apoyo de la colecta del Corpus Christi y otras aportaciones extraordinarias.