
Túnel M-30
Ayuntamiento de Madrid
Se acabó perderse en los túneles de la M-30: el sistema que va a instalar Madrid para que no se corte el GPS
De los 207 kilómetros que componen la M-30, el anillo vial que circunvala la ciudad de Madrid, 48 son túneles donde, hasta ahora, era fácil perderse porque la señal del GPS se cortaba. Sin embargo, dentro de muy poco esto ya formará parte del pasado, puesto que el Ayuntamiento de Madrid comienza este lunes la instalación de un sistema que permitirá la navegación guiada en el interior de los túneles.
En concreto, el Consistorio de José Luis Martínez-Almeida, a través de Madrid Calle 30, va a instalar un sistema de balizas electrónicas bluetooth que resolverán la carencia que supone la inviabilidad de la navegación GPS dentro de los túneles, la segunda red de túneles urbanos más larga del mundo, sólo por detrás de Tokio.
Esto se debe, tal y como apuntan desde el Gobierno municipal en una nota, a que en el interior de estas partes soterradas de la M-30 existe falta de visibilidad de los satélites que permiten obtener un posicionamiento preciso y continuo mediante técnicas de triangulación.
Los trabajos, que costarán 141.000 euros y está previsto que terminen antes del próximo verano, van a consistir en la instalación de estas balizas, a una distancia unas de otras de 20 a 40 metros, en los laterales de los túneles, a la altura de las bandejas de cables, mediante un soporte de aluminio que irá fijado a la bandeja.¿Cómo funciona el sistema?
Las balizas emitirán una señal de radio tipo bluetooth de localización que identificará a cada baliza. Durante el proceso de configuración del sistema, se asociará cada baliza a su posición en el túnel, lo cual permitirá a los navegadores posicionar al vehículo sobre el mapa. Este sistema garantizará la cobertura tanto a los usuarios de la aplicación Waze como a los de Google Maps.
De esta manera, celebran desde el Palacio de Cibeles, se podrá solventar la limitación que presenta la infraestructura de repetidores GPS existente en la actualidad, que únicamente es capaz de ofrecer posiciones fijas relacionadas con las posiciones de las antenas exteriores y que no permite una navegación fluida.
Así, apuntan, el objetivo de esta obra es proporcionar a los usuarios de la M-30 la herramienta necesaria para que circulen con las máximas facilidades posibles en términos de fluidez y seguridad, tanto los que usuarios habituales como aquellos que no estén habituados ni familiarizados con la parte soterrada del anillo de la M-30.
«Aunque la señalización es óptima, el gran número de carriles, ramales, accesos, entradas y salidas hace que sea fácil que nos despistemos sin la ayuda de un navegador. Pero esto, por fin, se va a acabar cuando terminemos los trabajos que van a durar, aproximadamente, dos meses, será posible orientarse de manera muy sencilla a través de las aplicaciones Waze y Google Maps», ha manifestado la delegada de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, Paloma García Romero.