Dos inmigrantes caminan por las inmediaciones del centro de Pozuelo de Alarcón
Alcalá de Henares pide al Gobierno de Sánchez el cierre inmediato del centro de inmigrantes
La alcaldesa critica que no se de un trato «más humanitario y más digno» para los inmigrantes
La alcaldesa popular de Alcalá de Henares ha enviado una carta a la Delegación del Gobierno en Madrid pidiendo el cierre del centro de inmigrantes. La primer edil, Judith Piquet, ha señalado que el inmueble abrió sus puertas «sin consulta ni notificación previa a este Ayuntamiento». «Cuando les requerimos información sobre ello, se nos aseguró que el centro tendría uso temporal y una capacidad para unos pocos centenares de personas. Sin embargo, son ya cerca de veinte los meses de funcionamiento y más de 10.000 las personas que han pasado por él, rondando los 1.400 residentes en la actualidad».
Tal y como informa el diario ABC, la alcaldesa critica que no se de un trato «más humanitario y más digno» para los inmigrantes.
Así, señala al delegado del Gobierno que «como podrá imaginar, no parece el alojamiento ni el trato más digno y humanitario para centenares de personas, a las que solo se les ofrece cama, alimento y aseo, hacinados en carpas y sin más quehaceres, planes formativos u ocupaciones que deambular durante todo el día por las calles, plazas, avenidas, parques y centros comerciales de nuestra ciudad».
El ayuntamiento recuerda que se ha visto forzado a cubrir parte de las necesidades del CAED con sus propios servicios y recursos, sin recibir compensación alguna. En este sentido, señala que la escuela municipal de adultos, las instalaciones deportivas, las zonas verdes, el sistema de recogida de residuos y la atención en urgencias sanitarias han sufrido una presión añadida por la llegada repentina de un gran número de personas, que utilizan la ciudad como espacio de ocio y recreo sin que exista un plan claro de atención, inserción o integración.
Piquet subraya el «comportamiento ejemplar y cívico» de los vecinos de Alcalá de Henares y recuerda que el ayuntamiento actúa siguiendo su voz. De hecho, en el pleno celebrado el pasado 15 de julio se aprobó una resolución en la que se reclamaba el cierre del centro de inmigrantes, decisión que la alcaldesa trasladó al Gobierno junto con una carta en la que se apelaba a la voluntad vecinal.
El consistorio insiste en que, mientras no haya un cambio real en la política migratoria –con un reparto equilibrado, un control adecuado, una planificación justa y una correcta identificación de las personas derivadas al centro–, mantendrá su solicitud de clausura del CAED, esperando que esta vez sea escuchada.