Los ministros Óscar Puente y Óscar López
Óscar Puente y López copian la estrategia del PSOE con Gallardón durante las obras: «Quedarán retratados»
La izquierda montó una campaña en contra del soterramiento de Gallardón. Años más tarde, el proyecto dio la razón al alcalde
El ministro de Transportes, Óscar Puente, y el de Transición Digital, Óscar López, no paran de denunciar el repunte de viajeros y las aglomeraciones de Metro de Madrid a consecuencia de las obras de la Línea 6 del suburbano. Ambos líderes de la cartera están centrados en este tema, mientras el servicio de Cercanías no pasa por su mejor momento.
Los dos ministros llevan varias semanas escribiendo mensajes en redes sociales criticando el servicio de Metro de Madrid. Así, Puente comentaba «pim, pam, pum, colapso», «un día más en la tierra de la libertad», «impiden el acceso a los andenes en la estación de Nuevos Ministerios en Metro de Madrid. ¿Por qué? Porque no cabe más gente. Los trenes pasan llenos».
El ministro de Transportes también ha criticado el estado del tráfico en la capital debido a las tres grandes obras que se están ejecutando: el soterramiento de la Castellana, A-5 y el cubrimiento de Ventas.
Esta campaña contra los servicios de Madrid por las grandes obras recuerda a la estrategia que siguió el PSOE durante el mandato de Alberto Ruiz-Gallardón como alcalde de la capital. A principios de verano la izquierda no comentaba nada sobre las obras, pero con el comienzo de curso, la oposición se ha volcado.
El dirigente popular transformó varios enclaves de la ciudad que provocaron obras «colosales» y el malestar de muchos madrileños y de la izquierda por los cortes de tráfico y el ruido.
Fuentes cercanas al exalcalde comentan que «tenía prohibido decir la palabra 'faraónica' para referirse a las obras dada la campaña de choque y derribo de la oposición que criticaba todo con contundencia».
Estado de las obras del soterramiento de la A-5
El proyecto por excelencia de Gallardón fue el soterramiento de la M-30, asociaciones vecinales se manifestaron en contra de los ruidos y por las molestias ocasionadas por estas obras.
Por su parte, la izquierda cargó contra el proyecto por el elevado coste y llegaron a denunciar al alcalde madrileño por irregularidades porque a su parecer grandes empresas se enriquecían. Años más tarde la Justicia archivó esta causa al no encontrar indicios de delito.
El Partido Socialista e Izquierda Unida señalaban en 2003 que la reforma de la M-30 iba a colapsar la vía, sin tener en cuenta el resultado final de dicho proyecto de soterramiento. Además, criticaban que Gallardón «sobrevolaba los problemas» de Madrid.
Sí que es cierto que esta obra faraónica le costó a Madrid 3.662 millones de euros que la ciudad estuvo pagando durante años, pero también hay que resaltar que la inversión se ha amortizado y ha generado un retorno económico superior a los 6.200 millones de euros.
Esta estrategia de la izquierda de atacar el proyecto estelar de Gallardón se alargó durante todo su mandato y posterior ejecución de la obra. Años más tarde la realidad es distinta y el proyecto de la M-30 es un éxito.
Dos obreros trabajan durante las obras del soterramiento de la Castellana
«Quedarán retratados»
Ahora, las críticas que se suscitan por las obras en Metro de Madrid y en la superficie apuntan a que acabarán «retratando a ambos ministros y a las figuras de la izquierda que se han sumado a esta campaña», coinciden desde Sol y Cibeles.
Un detalle significativo es que «las obras durarán 1-2 años, no es un problema fijo que tenga Madrid. Y además, tras este periodo los madrileños podrán disfrutar de estos proyectos que ayudarán a toda la población y a los servicios de transporte. En este punto, la izquierda tendrá que volver a guardar silencio, pese a las críticas de la actualidad», señalan fuentes madrileñas a El Debate.
«Estamos trabajando para paliar las molestias ocasionadas por estas obras. Han un dispositivo sustitutivo de autobuses por las obras de la Línea 6 y también se ha diseñado un plan de movilidad específico para las tres grandes obras en la superficie», explican estas mismas fuentes.