
Gallardón en la inauguración del túnel de la M-30
El soterramiento de la M-30 duplica su inversión y genera más de 6.200 millones en beneficios
La Cámara de Comercio de Madrid ha elaborado un riguroso estudio sobre el impacto socioeconómico de esta obra faraónico
Han pasado casi dos décadas desde que Madrid se embarcó en una de las transformaciones urbanas más ambiciosas de su historia reciente: el soterramiento de la M-30. Hoy, con datos en la mano, no sólo puede afirmarse que la inversión se ha amortizado, sino que ha generado un retorno económico superior a los 6.200 millones de euros, frente a una inversión inicial de 3.662 millones. Estos datos desmontan un mito que la izquierda impulsó hace años acerca de que Alberto Ruiz-Gallardón «endeudó a Madrid para toda la vida con este proyecto».
La Cámara de Comercio de Madrid, a petición del Ayuntamiento y coincidiendo con el 50 aniversario del nacimiento de la M-30, ha elaborado un riguroso estudio sobre el impacto socioeconómico de esta obra faraónica. Los resultados son contundentes: por cada euro invertido, se han generado 1,7 euros en beneficios tangibles.
Entre 2006 y 2024, las actuaciones de modernización de la M-30 han generado beneficios por valor de 6.203 millones de euros (a precios de 2024), con un promedio anual de 326,5 millones. La cifra contrasta con los 3.662 millones de euros invertidos, lo que convierte la operación en un caso de rentabilidad pública poco frecuente.
Los beneficios se han medido con criterios económicos objetivos, evaluando aspectos como la reducción de accidentes, el ahorro de tiempo en desplazamientos, el menor consumo de combustible, la disminución de emisiones contaminantes y la eliminación del llamado «efecto barrera» urbano.

Vía de emergencia de la M-30
El mayor impacto económico proviene del ahorro de tiempo. El nuevo trazado ha permitido una circulación más fluida y constante, lo que ha supuesto un ahorro de 387,5 millones de horas de viaje, que traducido a valor económico asciende a 5.379,5 millones de euros.
Es decir, más de 283 millones de euros cada año. Un beneficio que afecta tanto a los madrileños como a los millones de visitantes que atraviesan la ciudad.
Aunque su valoración económica no es la más elevada, el informe pone en valor la gran mejora en seguridad vial. Desde 2006 se han evitado más de 12.000 accidentes, 313 heridos graves y 40 víctimas mortales.
El índice de peligrosidad ha caído un 32,4 %, el de mortalidad un 57,1 % y el de heridos graves un 46,1 %. Estos datos se traducen en un ahorro económico de 329 millones de euros en costes sociales evitados.

La M-30 soterrada
Una gran ventaja del soterramiento
Gracias a la mejora del flujo de tráfico y a la modernización del parque vehicular, el estudio estima un ahorro de 89 millones de euros en consumo de combustible y 10,4 millones por la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente CO2. A estas cifras se suman 166,8 millones por la reducción del ruido urbano.
Uno de los logros menos visibles pero más transformadores ha sido la eliminación del «efecto barrera». El soterramiento de la vía, especialmente en la zona del río Manzanares, ha reconectado barrios históricamente separados, revalorizado espacios públicos y dinamizado la vida urbana. La Cámara cifra este beneficio en 219 millones de euros.

Circulación de por los túneles de la M-30
Este balance positivo refuerza el valor de grandes inversiones públicas cuando están bien diseñadas, ejecutadas y evaluadas. La M-30, hoy gestionada por la sociedad Madrid Calle 30, es la plataforma de movilidad metropolitana más transitada de España y la segunda de Europa, con 375 millones de vehículos y 487 millones de usuarios solo en 2024.
El éxito del soterramiento sirve de argumento clave en debates sobre proyectos similares, como el Paseo Verde del Suroeste en la A-5, y plantea una pregunta: ¿qué otras infraestructuras enterradas podrían estar escondiendo rentabilidades igual de visibles?