Carmena fue la encargada de poner en marcha Madrid Central

Carmena fue la encargada de poner en marcha Madrid Central

Cuando Carmena cortaba calles por la mala calidad del aire: las restricciones al tráfico fallidas en Madrid

  • La alcaldesa de Ahora Madrid instauró un protocolo con el que no consiguió entrar en las directrices europeas de emisiones de dióxido de nitrógeno

Madrid lleva tres años consecutivos cumpliendo con la normativa europea de emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2). En 2024, ninguna de las 24 estaciones de la red superó los 31 microgramos por metro cúbico (ug/m3). Para lograrlo, ha pasado los últimos diez años buscando soluciones, encontrando en las restricciones al tráfico la mejor forma de ajustarse al límite.

Matando moscas a cañonazos, el Gobierno de Ahora Madrid, con Manuela Carmena al frente, prohibió totalmente la circulación a los coches. Como preámbulo de lo que se convertiría en Madrid Central, la por entonces alcaldesa restringió el 23 de septiembre de 2015 durante varias horas el paso de los turismos durante cuatro horas.

Tras limitar la velocidad en las autovías de acceso a la capital, así como en la M-30, a 70 km/h, y la prohibición durante un par de días el estacionamiento en la zona regulada con parquímetros (SER), el Consistorio aprobaría más restricciones si persistía la contaminación. Ya en 2016, el protocolo de actuación prohibiría circular al 50 % de los vehículos dentro de la almendra —dependiendo de si tenían matrícula par o impar—, con multas de 90 euros.

Se hizo efectiva por primera vez el 29 de diciembre de ese mismo año. De estas restricciones quedaban eximidos los vehículos cero emisiones, híbridos, motocicletas y así como los residentes respecto a la posibilidad de aparcar en la zona SER.

Sin un impacto real

Paradójicamente, las restricciones a la movilidad trajeron consigo un aumento de coches en la capital. Desde que Carmena llegase al Palacio de Cibeles en 2015 hasta el primer semestre de 2018, los turismos que pagaban impuesto de circulación aumentaron en 43.538 (de 1.334.376 a 1.377.914). De la misma forma, Madrid seguía produciendo más NO2 del fijado por la Unión Europea sin que las medidas tuvieran el impacto deseado. Así lo expresó la edil del PP, Inmaculada Sanz en 2018, señalando un «aumento del 20 %» respecto a los datos recogidos por las 24 estaciones de calidad de aire heredados de la Administración de Ana Botella.

El siguiente paso fue la restricción al tráfico privado en casi la totalidad del distrito Centro, con la creación de Madrid Central: 472 hectáreas en las que solo podrían circular los vecinos empadronados con la posibilidad de autorizar a 20 invitados mensuales y los coches con etiqueta 0 y ECO, junto con los de las personas con movilidad reducida. Quedaban exentos de las restricciones quienes acudieran a un aparcamiento dentro de esta zona con distintivo municipal, fuera público o privado.

El Protocolo por contaminación se activó en siete ocasiones en 2017, alargándose durante 43 días; en 2018, cuatro veces —12 días—; en 2019, tres más —14 días—, pese a la apertura de Madrid Central—; en 2020, durante tres días; y en 2021, en dos ocasiones —siete días—.

Una señal de tráfico informa sobre la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones

Una señal de tráfico informa sobre la entrada en vigor de la Zona de Bajas EmisionesEduardo Parra - Europa Press

Tres años consecutivos cumpliendo con la directiva

Los datos de calidad de aire no mejoraron. Solo se revirtieron a partir de 2022 cuando, por primera vez, la capital lograse cumplir con la directiva europea. Tras su promesa de acabar con el Madrid Central, frenado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el alcalde José Luis Martínez-Almeida se ha convertido en uno de los referentes en la lucha contra la contaminación.

Así, modificó las restricciones de Carmena y asumió las Zonas de Bajas Emisiones de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que afectan a todo el país, dando a luz el denominado Madrid 360. Amplió las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) por todos los distritos y determinó como Zonas de Bajas Emisiones de Especial Protección (ZBEDEP) en distrito Centro y Plaza Elíptica, algo de lo que Almeida sacaba pecho, calificándolo como «un modelo de éxito en la lucha contra la contaminación y el cambio climático».

De Madrid Central a Madrid 360

De Madrid Central a Madrid 360

A partir de enero de 2022 prohibiría la circulación de los vehículos sin etiqueta a los no residentes dentro de la M-30. Un año después, se extendería a la misma carretera, con la excepción de los residentes que pagasen impuesto de circulación en Madrid. En 2024, las ZBE saldrían de la almendra y se extendían al resto de sus barrios, para en 2026 acabar con los coches sin etiqueta.

Sin embargo, estas restricciones han sido un punto de conflicto entre PP y Vox, llegando estos últimos a tumbar unos presupuestos de Almeida durante su primera legislatura. Asimismo, el alcalde un revés judicial tras una denuncia de Vox que consiguió tumbar las ZBEDEP.

Pese a ello, el Ayuntamiento afirma que las restricciones continuarán hasta un fallo del Supremo. La nueva directiva europea fija en 20 ug/m3 el límite para dentro de cinco años, asunto al que Almeida se refirió, asegurando que Madrid «lidera la apuesta por la sostenibilidad», ajustándose en nueve estaciones a «los exigentes niveles de calidad del aire que Europa establece para 2030».

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