Vox carga contra Almeida por recular con el síndrome posaborto: «Cuando aprobó la propuesta, ¿existía o no?»

«Negar el síndrome posaborto es denigrar a la mujer, negar la esencia de lo que somos», aseguraba la concejal y portavoz adjunta del Grupo Municipal Vox, Carla Toscano, apostillando que la izquierda trata a las mujeres como «trozos de carne sin alma, sin conciencia de que somos capaces de distinguir el bien y del mal». Lamentando los más de 106.000 asesinatos de niños no nacidos en España durante 2024, advertía que «la izquierda quiere más abortos».

La concejal comentaba con estupefacción la «unanimidad» que existe entre la izquierda respecto a las consecuencias del «aborto espontáneo», mientras que cuando «es voluntario, ya no existen». Aportando numerosos estudios que aluden a este trauma, Toscano aludía a uno de ellos —Mujeres que han sufrido emocionalmente por el aborto (2018), publicado en la Revista de Médicos y Cirujanos Americanos— el cual aporta que el 73 % de las mujeres que dijeron abortar voluntariamente sufrieron presiones de algún tipo para hacerlo.

Mencionaba, incluso, a la «guía técnica» de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2012 que, pese a ser una «agencia de Naciones Unidas, el lobby más proaborto en el mundo», reconoce «que la mujer sufre un trauma».

Durante una rueda de prensa, acompañada por el portavoz de la formación, Javier Ortega Smith, Toscano se preguntaba «para qué» unas 'listas negras' de médicos objetores. «¿Qué quiere el Gobierno? Nada nuevo, de alguna manera va a castigar a los médicos que quieren cumplir con el juramento hipocrático», decía.

La izquierda niega la ciencia a su conveniencia

Por su parte, Ortega Smith era aseveraba que el derecho a la vida es el primero y fundamental, que no lo otorga la ley, sino que está «intrínsecamente unido a la dignidad del ser humano». Cargaba a contra la izquierda, a la que se le «llena la boca con la defensa de los más vulnerables» a la vez que piden la muerte del «más débil e indefenso, el ser humano concebido y no nacido en el seno de su madre».

Así, explicaba que la obligatoriedad de su propuesta es que la mujer que vaya a abortar tenga a su disposición recursos que informen sobre «las durísimas consecuencias psicológicas y físicas» de un aborto, así como las alternativas existentes.

De la misma forma, lamentaba que si no existe consenso para reconocer que el concebido —con la evidencia científica y biológica de que posee un «ADN diferente» al de sus progenitores— es un ser «independiente», cómo no va a negarse los síntomas que podría acarrear acabar con su vida.

Acusan al PP de moverse por «las encuestas»

Contundente con el alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida, al que calificaba como «dictador» por aprobar una la enmienda —votando a favor— y luego no querer aplicarla. Así, le señalaba por decir que no existen evidencias científicas del síndrome posaborto. «Y cuando leyeron nuestra proposición y votaron a favor, ¿había o no había evidencias científicas? Resulta que el martes sí hay estudio y consecuencias graves y el miércoles ya no», acusaba el portavoz del Grupo Municipal Vox.

Lo acusaba de mirar por «las encuestas» y actuar según el «rédito» que estas otorgan. «Los acuerdos se tienen que cumplir, la palabra tiene valor», continuaba, culpando al Partido Popular de no ser «democrático ni respetar el Estado de derecho ni la ley», pese a que el primer edil sea abogado del Estado. «Es un partido cobarde dispuesto a arrodillarse» según «lo que digan las encuestas o lo que diga el telediario al día siguiente».