Cinco vinos elaborados en el corazón del Parque Natural de Arribes de Duero

Cuando se trata de hablar de vinos españoles de renombre, la Denominación de Origen Arribes de Duero se destaca como una joya escondida que merece toda nuestra atención. Ubicada en la frontera entre España y Portugal, en las provincias de Salamanca y Zamora, esta región vitivinícola se caracteriza por su entorno natural único y la producción de vinos de variedades ancestrales recuperadas.

La D.O. Arribes de Duero se encuentra en un paisaje montañoso, donde los viñedos se extienden en terrazas a lo largo de las laderas del río Duero. Esta geografía accidentada crea un microclima particular en la región, con inviernos fríos y veranos calurosos que agregan complejidad a los vinos. Además, los suelos graníticos contribuyen a una riqueza y personalidad únicas.

En cuanto a las variedades de uva, la D.O. Arribes de Duero se especializa en el cultivo de uvas autóctonas como la Juan García y la Rufete para los tintos, y la Malvasía y la Dona Branca para los blancos. Estas variedades locales, combinadas con técnicas tradicionales de vinificación, producen vinos con carácter distintivo, marcado por su mineralidad, estructura y elegancia.

Bodegas Bruneo destaca por haber nacido al abrigo de esta denominación con la intención y la pasión por recuperar variedades de uva muy escasas y únicas. Los parajes del Parque Natural de Arribes de Duero dan aún más sentido a este planteamiento de recuperación que casi todas las bodegas de la zona llevan a cabo. El vino Bruneo Malvasía de Arribes, nace de cepas viejas de entre 70 y 120 años arraigadas en bancales soleados de suelos graníticos en el entorno del cañón fluvial del río Duero. La malvasía blanca es una variedad de procedencia griega, posiblemente de la isla de Creta y se ha cultivado en abundancia por todo el Mediterráneo.

Marqués de la Concordia, presente en varias regiones de España, elabora en esta zona bajo la marca de Hacienda Zorita el vino Natural Reserve Syrah. Según la propia bodega es el vino favorito de su enóloga Alma, es un vino de esta variedad de uva y ganador de numerosos premios a pesar de ser bastante inusual en la región. Un vino envejecido durante 24 meses en barricas nuevas de roble francés y que cada botella procede de un único viñedo de 27,7 hectáreas de nuevo dentro del Parque Natural de Arribes del Duero.

Sin salir de este paraje excepcional y natural, en la localidad de Fornillos de Fermoselle en la provincia de Zamora, Bodega La Setera elabora un vino con fermentación sobre tinaja de barro, para pasar luego a una crianza en barrica durante ocho meses. El proyecto nació con la creación de una quesería artesanal en 1993, pero la fuerte estacionalidad de la leche de cabra, animó a los emprendedores a crear una bodega en 2003. El vino Tinto Tinaja Varietal Crianza es una mezcla de variedades de la zona.

De variedades arribeñas y la uva Juan García se produce el vino Paraje de los Bancales Crianza. Este vino de Bodegas Pastrana se elabora a través de viñedos de cinco hectáreas de Juan García comprendidos entre 80 y 120 años, con plantación en vaso y de secano. Un viñedo de 2,5 hectáreas de Tinto Fino, de 18 años, también en vaso y secano. Los rendimientos son muy bajos y el clima mediteráneo-continental, con influencia atlántica ofrecen matices muy especiales. La selección y vendimia a mano completan y ofrecen matices especiales a estos vinos de suelos pobres.

Ya sea en la zona de Salamanca o en la parte de Zamora del Parque Natural, el Duero marca de forma natural la frontera con Portugal. El municipio de Pereña de la Ribera conforma el epicentro y corazón de los Arribes con cientos de pequeños pagos y viñedos centenarios dispuestos en bancales rodeados de paisajes salpicados de precipicios, cascadas, cañones, barrancos, bancales. La bodega Ribera de Pelazas ha retomado el legado abandonado tras generaciones de tradición vitivinícola recuperando variedades autóctonas ya señaladas. Su vino vino Abadengo se produce con uvas de cepas de más de 60 años. .

Cada una de estas bodegas y sus vinos nos transportan a la esencia misma de la D.O. Arribes de Duero, con sus aromas, sabores y carácter distintivo. La D.O. Arribes de Duero es una denominación de origen que merece una atención especial. Sus características geográficas, la diversidad de variedades locales y el compromiso de sus bodegas con la recuperación del paisaje vitivinícola hacen de esta región un tesoro para explorar desde tu casa o de forma presencial en este Parque Natural.

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