Fundado en 1910

Jane Birkin y su hija Kate, en una imagen de 1978GTRES

¿Quién ha comprado el bolso más caro de la historia?

El bolso original, un Birkin de Hermès antiguo, ha sido vendido en Sotheby's por 8,6 millones de euros

Vendido en Sotheby’s por 10,1 millones de dólares, el Birkin diseñado por los Dumas para Jane Birkin, la sexsymbol de los 60-70, ha hecho historia por su precio. Pero ni su diseño ni su nuevo propietario son tan originales como se esperaría.

Cuando se cuenta de Jean-Louis Dumas, gestor de Hermès, se encontró con Jane Birkin en un avión y le propuso sustituir su cesta por un bolso de cuero de la centenaria casa de su familia, es posible que no se trate más que de una fábula, como tantas otras historias que conozco del sector. Pero sí es cierto que la casa tuvo la inteligencia de nombrar con el apellido de la bellísima Jane un bolso que realmente era una pieza de accesorios de equitación antiguos.

Hermès, que nació elaborando sillas y aperos de la hípica internacional, contaba entre otros accesorios con los bolsos que se portaban bajo las sillas de monta inglesas, una suerte de alforjas de cuero con cierres ajustados que no molestaban. En El Caballo, o en otras curtidurías y casa de accesorios ecuestres, se veían durante los años 90 estas alforjas planas con cierres de tiras que habían sido durante años el recuerdo de estos «sacoches» que los que viajaban a caballo portaban bajo sus muslos y sus monturas, con elementos de valor, material personal, efectos hípicos o incluso, como los tártaros, carne aplastada con sal para el viaje.

El bolso original 'Birkin' de Hermès, hecho para la actriz Jane BirkinEP

Es por tanto que el famoso Birkin no deja de ser una réplica de las bolsas que Hermès, y otras casas, elaboraban en vaquetilla natural, para que los jinetes las portasen bajo montura. Animados por la promoción que el bolso Kelly había tenido a manos de Grace Kelly - otra versión pequeña de estas alforjas en cuero tradicionales - la idea de llamar Birkin a la versión mayor y más ecuestre del nuevo bolso-alforja, fue todo un éxito.

Y ahora, este bolso, probablemente el más famoso de todos los tiempos, sobre todo por una supuesta lista de espera que es en el fondo un hecho a medida para no soportar grandes niveles de stock, se ha vendido en una de sus primeras versiones en Sotheby’s de París. Abrió la subasta a 1 millón de euros, pero rápidamente superó de lejos al Kelly de 28 cms en cocodrilo Niloticus Himalaya blanco que se vendió en 2021 en subasta por medio millón de dólares.

La batalla de pujas al teléfono, online y en la propia sala, la ganó un coleccionista privado japonés, que no es otro que Shinsuke Sakimoto, el CEO of Valuence Japan Inc., una empresa de reventa de piezas de lujo basada en Tokio. Valuence Holdings, fundada en 2011 y con más de 1000 empleados, reconoció que el bolso nunca se venderá, sino que permanecerá en la empresa como muestra de la herencia cultural que el sector representa, así como de su empeño en la economía circular.

Los orígenes

Con presencia en más de 14 países, Valuence Holdings defiende el reciclaje, la herencia de valores y la recuperación de piezas históricas. El bolso en si, perteneció durante una década a la actriz Jane Birkin, recientemente fallecida. Realizado en cuero negro y con un tamaño práctico, representa los valores de la mujer ocupada y moderna de los 80.

Como es sabido, tras el invento del Birkin en los 80, han sido muchas las grandes modelos en tenerlo en su guardarropa, de Kate Moss a Victoria Beckham o de Jennifer López a Beyoncé. Pero tras ellas, también ha habido una caterva de horteras venidas a más que no respiran hasta tener la pieza en casa, sin saber que no hay lista de espera real sino que los inteligentes dirigentes de Hermès los fabrican a medida que se van encargando y pagando, para obtener un stock optimizado, un inventario que por lo demás cuenta con bodrios carísimos que se acaban vendiendo en outlets puntuales en lugares tan épicos como la plaza de toros de las Ventas, que estos años atrás se abría al público con mesas plagadas de atuendos y pequeños accesorios sin salida comercial a sus enormes precios originales.

Los bolsos de Hermès, sobre todo los Birkins y Kellys, son activos de gran rendimiento, pues pueden revalorizarse hasta un 30% al año, aunque eso es mucho decir. No obstante, como todo en la vida, cuantos menos bolsos de la marca estén en el mercado, más loco se vuelve el coleccionista por conseguirlos. Y la empresa gala, a sabiendas de que no hay límite en la muestra de riqueza ni en la codicia humana, elabora piezas extrañas con colores únicos y materiales peculiares que las rusas les quitan de las manos y superan los 100.000 euros a la venta en tienda, como el Birkin Himalaya. A otros les da por coleccionar sellos, coches antiguos o pintura de otros siglos; y a otros nos da por preferir mapas antiguos o bolas del mundo de los años 50 que nada muestran de la geografía actual. Cosas de gustos y, como no, de presupuestos.