Clara Bow, en una imagen de archivo
Moda
¿Cómo se inició la moda de las cejas finas?
De dónde nace la moda de no tenerlas o llevarlas muy delgadas
El origen de las cejas finas se halla en el Antiguo Egipto. Según Herodoto, cuando en Egipto moría un gato en la familia, se convertía en todo un drama. Los gatos, que llegaron a nuestras casas 5000 o 10.000 años tras llegar el perro, eran adorados y las familias se depilaban las cejas para honrar su muerte. Veamos.
Fue al menos hace 15.000 años cuando el perro, el primer animal domesticado en el Paleolítico, acompañaba al hombre en la caza y en la cueva. El gato llegó en el Neolítico, hace casi 10.000 años, cuidando de los almacenes de grano del recién asentado ser humano que se convirtió en gregario con la agricultura al dejar de ser nómadas eternos.
Heródoto cuenta que en Egipto, cuando moría el gato de la familia, considerado un animal sagrado, los integrantes del grupo familiar se depilaban las cejas en señal de duelo. En el Medievo, los europeos a veces depilaban por completo sus cejas para destacar la frente, todo un signo de elegancia que utilizaban sobre todo ellas. En Japón, en el siglo VIII, también depilaban todos sus cejas, y ellos y ellas se dibujaban las nuevas cejas en otras posiciones, más adecuadas a la estética de la época.
En el Renacimiento, algunas mujeres se las depilaban por completo e Isabel I de Inglaterra se las teñía de blanco completamente para adquirir su look etéreo. Para ello, utilizaba arsénico y cal viva, que otras señoras usaban para que perdieran el color, al igual que el aceite de nuez. En el periodo Rococó, la tendencia de llevar el rostro sin cejas se prolongó.
En el siglo XX, el auge de las cejas finas llegó en los años 20 con el cine mudo. Estrellas como Clara Bow o Anna May Wong afeitaban sus cejas y las dibujaban finas y en arco para exagerar sus expresiones en el cine. En los años 30, Jane Harlow las puso de moda con un gran arco. Marlene Dietrich o Carole Lombard, hicieron lo mismo. Este look se convirtió en el sinónimo de la feminidad y la sofisticación.
Marlene Dietrich
En los años 40 del siglo pasado, la cultura de la «Chola» o americana de mezcla de razas locales, inspiró lo que se llamó el movimiento «Pachuca»: ellas eran jóvenes mexicanas que viviendo en los Estados Unidos intentaban borrar sus rasgos depilando sus cejas al máximo para evitar la discriminación. Poco sabían que, con el tiempo, serían las actrices chicanas las que impusieran de nuevo una serie de tendencias de belleza en los 80, de ceja ancha y rasgos marcados.
En los años 60, modelos como Twiggy, pusieron de moda las cejas depiladas en arco, finísimas. Y el maquillaje en azul o verde qu ocupaba todo el párpado. En los 70, David Bowie y su personaje sideral, Ziggy Stardust, redujeron las cejas al mínimo. En los años 90 y 20000 volvieron las cejas delgadas, tras unos 80 dominados por el pelaje de Brooke Shields. Christina Aguilera, Paris Hilton y Beyoncé dominaron el cotarro con mini cejas.
Twiggy
En 2010, algunas divas recuperaron el revival de las cejas finas, como Zendaya, Jennifer López o Rihanna, un look muy a lo Pamela Anderson pero más racial. Ahora que Bella Hadid domina la escena, se vuelven a ver las cejas finas en los desfiles de Iris Van Herpen, Chanel, Schiaparelli o Balenciaga. El otoño del 2025 promete ser retro en dibujos de cejas y minimalismo.