Aciertos y errores de Melania Trump en su viaje al Reino Unido

El vestido es parte importante del protocolo: la etiqueta cumple una función primordial a la hora de mostrar acuerdos, apoyos y respeto en política internacional. Y Melania Trump lo sabe. Aunque trabaja para ir impecable e impresionar con su físico, en su segundo viaje oficial al Reino Unido ha brillado por algunos aciertos y desaciertos. Sin duda, siempre se ha guiado por su buena fe y sus deseos de apoyar a Donald Trump en sus relaciones internacionales. Veamos.

1. La gabardina. Acierto: La visita de Trump y Melania al Reino Unido está llena de buenos gestos de cortesía y decoro. Pero no siempre se acierta. Melania Trump, escogió llevar una gabardina de Burberry a su llegada y bajada del avión, todo un detalle hacia la moda británica. DESACIERTO: en cambio, el modelo maxi de la marca Burberry tenía un largo excesivo hasta los pies que resultaba incluso peligroso al bajar los peldaños y su anchura no favorecía en absoluto a la primera dama norteamericana. Daniel Lee, el director creativo de la marca, ideó para Melania una variante extralarga del modelo 'Waterloo Heritage Trench Coat', que ya no está disponible en la web de la marca.

2. El sombrero le tapa los ojos y no está inclinado. ACIERTO. Melania Trump llevaba una preciosa «capeline» de fieltro morado, un tipo de sombrero de ala ancha que inicialmente se concibió para protegerse del trabajo del campo y se solía realizar en paja. En los años 50, Balenciaga, y más tarde Dior, lo usaron con sus atuendos diurnos de líneas más originales. DESACIERTO: Según parte de la prensa británica, Melania Trump llevaba el sombrero «at the wrong angle». La etiqueta sutil de sombreros y tocados en el Reino Unido recomienda que se coloque caído hacia el lado derecho de su portadora. Y aunque la capelina fue la pieza que llamó la atención nada más bajar Melania del helicóptero presidencial, no es correcto dejar los ojos cubiertos desde todos los ángulos, al igual que hizo el día de la investidura de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos este pasado mes de enero, cuando eligió un sombrero cordobés de mucha altura que se encasquetó hasta las cejas.

3. La chaqueta del atuendo de Dior no se ajusta a su físico en hombros y cintura. ACIERTO: Melania Trump llegó a Windsor vestida con un sobrio traje gris de Christian Dior Couture de doble botonadura y corte militar. El conjunto era un acierto por su sobriedad, su tono y por tratarse de una marca europea. Estaba compuesto por una falda recta y larga de impecable factura y abertura lateral. DESACIERTO: pero la chaqueta de corte militar del conjunto de Dior, no le encajaba en la zona de los hombros y creaba arrugas bajo el pecho debido a un necesario ajuste de las pinzas. Con tacones negros, joyas sencillas y sin bolso, fue un ejercicio de sobriedad.

4. Excesivo escote en la gala de noche. ACIERTO: Melania Trump escogió un modelo amarillo «pollito» algo inesperado de Carolina Herrera, un color que le favorecía enormemente aunque la prensa británica la haya tachado como «bote de mostaza americana». Lo conjuntó con un sencillo cinturón lila/rosa. Bellísima, destacó - en exceso - con respecto a las demás asistentes.

DESACIERTO: Melania se convirtió en la nota discordante de la cena de gala por escoger un vestido de hombros totalmente descubiertos, si bien esto es algo que hizo tranquilamente Doña Letizia con Isabel II en su visita oficial al Reino Unido de hace años.

Pero en una cena de Estado con los reyes de Inglaterra se supone que se deben escoger vestidos largos con los hombros cubiertos, o al menos con chales y chaquetas que sirvan para tal propósito. Se aconsejan los escotes discretos y tapar de modo conservador la piel, por ejemplo añadiendo con guantes largos.