Entrada principal del hotel Waldorf-Astoria de Nueva York.

Entrada principal del hotel Waldorf-Astoria de Nueva York.Hennem08

El mítico Waldorf-Astoria de Nueva York vuelve a la vida tras una reforma de mil millones pagada por China

Tras ocho años de cierre, el legendario hotel de Park Avenue reabrirá sus puertas arropado por una fabulosa inyección económica del Gobierno chino, propietario del edificio

Nueva York recupera uno de sus grandes templos del lujo: el legendario hotel Waldorf-Astoria reabrirá sus puertas el próximo 1 de septiembre tras ocho años clausurado y una transformación que ha costado más de mil millones de dólares. Y unos cuantos giros de guion imprevistos. Para algunos, regresa un clásico. Para otros, estamos ante el renacimiento de una institución que nunca terminó de irse del todo. Para unos y otros, para nostálgicos y curiosos, la posibilidad de alojarse en una de las grandes damas de Manhattan ya está abierta a través de la página web del hotel. Eso sí, con un precio por noche que supera los 1.200 euros.

La posibilidad de alojarse ya está abierta a través de la página web del hotel con un precio por noche que supera los 1.200 euros

Reforma ambiciosa y accidentada

Una de las suites del Waldorf-Astoria.

Una de las suites del Waldorf-Astoria.hilton.com

Cerrado desde 2017, la mítica dirección de Park Avenue ha sido escenario de una de las reformas más ambiciosas y accidentadas del panorama hotelero internacional. Su reapertura llega, como les gusta a los norteamericanos, cargada de cifras. Contará con 375 habitaciones y suites remodeladas con guiños al art decó original, un spa de casi 3.000 metros cuadrados, restaurantes dirigidos por chefs con estrella Michelin y unos 5.000 metros cuadrados de salones dedicados a eventos y celebraciones. Pero también con cicatrices de su travesía: venta millonaria, escándalos financieros en China y rumores de espionaje.

El Waldorf-Astoria fue adquirido en 2014 por la aseguradora china Anbang por 1.950 millones de dólares

El Waldorf-Astoria fue adquirido en 2014 por la aseguradora china Anbang por 1.950 millones de dólares, la mayor cifra pagada por un hotel en Estados Unidos hasta entonces. Tres años después, y con el hotel ya cerrado para su reforma, el gobierno chino intervino la compañía por fraude y creó Dajia Insurance Group, que heredó sus activos, incluido el Waldorf. El cambio de manos generó tensión diplomática: el Gobierno de Estados Unidos retiró su delegación de la ONU del hotel por sospechas de espionaje. Por primera vez en su historia, el Waldorf dejaba de ser cuartel general de diplomáticos.

Más que un hotel

Lobby del hotel.

Lobby del hotel.hilton.com

Porque el Waldorf-Astoria no ha sido solo un hotel. Fue durante años residencia permanente del embajador de Estados Unidos ante la ONU, centro de negociaciones discretas entre potencias, anfitrión de delegaciones de medio planeta y sede de toda clase de banquetes y cenas benéficas auspiciadas por los grandes mecenas.

El presidente Eisenhower residió la última década de su vida en la suite 700R y su lista de huéspedes egregios es interminable

Su Grand Ballroom ha visto desde bailes imperiales hasta cenas con Nikita Jrushchov. Sus suites han hospedado a Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor, Frank Sinatra y a todos los presidentes estadounidenses desde Hoover hasta Obama. Algunos vivieron literalmente en él. Herbert Hoover pasó los últimos treinta años de su vida en la suite 31 y Eisenhower residió la última década de su vida en la suite 700R. Su lista de huéspedes egregios es interminable. Se dice que los Duques de Windsor redecoraron una planta entera a su gusto. Y cuando en 1976 el hotel reservó una suite especial para la reina Isabel II, Wallis Simpson, mujer de Eduardo VIII, exigió que fuera esa la que usara ella de ahora en adelante.

Muralismo español

Detalle de una de sus escaleras.

Detalle de una de sus escaleras.hilton.com

En sus salones se dieron cenas con Ella Fitzgerald y se escribieron canciones de Cole Porter. De hecho, Porter vivió durante años en la suite 33A, con su piano Steinway siempre cerca. El Waldorf fue también un hito del muralismo español: el artista Josep Maria Sert recibió el encargo, en 1929, de pintar las paredes de uno de sus comedores, para lo que se inspiró en el episodio de Las bodas de Camacho de la segunda parte de Don Quijote de la Mancha. Este conjunto de quince paneles fue retirado a principios de los años 70 con motivo de una reforma y adquirido por un coleccionista norteamericano para posteriormente formar parte de la colección de la Fundación Banco Santander. Actualmente se conservan en la Sala de Arte de la Ciudad Grupo Santander, en Boadilla del Monte (Madrid).

Su relación con el «Titanic»

El Waldorf-Astoria junto a otros edificios de Park Avenue.

El Waldorf-Astoria junto a otros edificios de Park Avenue.hilton.com

El hotel Waldorf-Astoria se inauguró en 1893 en la Quinta Avenida de Nueva York. En 1931 se trasladó a su ubicación actual en Park Avenue y en su antigua ubicación se levantó el Empire State Building. Uno de los salones del edificio primigenio ha pasado a la historia, pues en él se llevaron a cabo las primeras audiencias de la investigación del Senado de los Estados Unidos sobre el hundimiento del Titanic, en abril de 1912. El apellido Astor está doblemente unido a la tragedia, pues John Jacob Astor IV, uno de los hombres más ricos de su tiempo, murió en el naufragio del transatlántico. Y fue el principal financiador y promotor de la construcción del primer hotel Waldorf en Nueva York, que posteriormente se fusionaría con el Astoria Hotel, promovido por su primo William Waldorf Astor, dando lugar al legendario Waldorf-Astoria Hotel que está a punto de reabrir sus puertas.

En 1931 se trasladó a su ubicación actual en Park Avenue y en su antigua ubicación se levantó el Empire State Building

En 1949 Conrad Hilton adquirió los derechos de gestión del hotel, marcando el inicio de la asociación entre Hilton y Waldorf-Astoria. Como ha ocurrido en otros casos, St Regis o Raffles, un hotel emblemático ha dado lugar a la creación de una marca de lujo. En este caso, Hilton aprovechó su alianza para lanzar en 2006 oficialmente la marca Waldorf-Astoria Hotels & Resorts como joya de la corona de su vasto imperio hotelero, marca que en la actualidad cuenta con unos 40 establecimientos en diferentes ciudades del mundo. Además de hoteles, dispone bajo su paraguas de lujosas residencias, conocidas técnicamente como «branded residences». Las de Nueva York abrieron precisamente esta primavera, en las plantas superiores del emblemático edificio, con vocación de atraer a residentes jóvenes, globales y sobradamente millonarios. Para los residentes hay nuevos espacios wellness, club privado, piscina y un gimnasio digno de un recinto olímpico.

El Silver Corridor

El famoso Silver Corridor del hotel.

El famoso Silver Corridor del hotel.Noë & Associates Courtesy The Boundary

El edificio ha restaurado sus célebres elementos dorados art decó de la fachada, que tanto carácter le confieren, y otros espacios catalogados, como el mítico Silver Corridor. Este gran pasillo, de elegante diseño de la época, que conecta el vestíbulo con el Gran Salón de Baile y se distingue por su suelo de mármol ajedrezado, techos abovedados y paredes adornadas con espejos y molduras metálicas, es uno de los más esperados. También se espera la vuelta del Peacock Alley, el legendario bar del lobby, con nueva carta de cócteles, pero con la misma vocación de atraer por igual a poderosos y glamurosos, como ha hecho siempre.

El Waldorf siempre fue algo más que un hotel, ahora podría ser incluso el protagonista de una serie de Netflix

Y esa es la gran pregunta en la escena hotelera neoyorquina: ¿será el nuevo Waldorf digno de su linaje? ¿Qué nuevas conservaciones guardarán sus paredes? El Waldorf siempre fue algo más que un hotel, ahora podría ser incluso el protagonista de una serie de Netflix. Se diría que tiene todos los ingredientes: celebridades, políticos, conspiraciones diplomáticas, traiciones, fantasmas del pasado y un presente insospechado. Lo más sorprendente de este último capítulo es que, aunque la gestión sigue en manos de Hilton, la propiedad del edificio pertenece hoy al Estado chino a través de Dajia Insurance Group, como ya se ha señalado.

Irónico revés del destino

La restauración se ha llevado hasta el mínimo detalle.

La restauración se ha llevado hasta el mínimo detalle.hilton.com

Esta extraña alianza ha dado pie a más de una broma en la prensa estadounidense sobre cuántos micrófonos ocultos habrán quedado instalados tras la reforma. Un giro que ni siquiera Conrad Hilton, visionario del lujo y maestro del marketing geopolítico, podría haber anticipado. Porque durante la guerra fría Hilton desplegó lo que algunos historiadores llaman su propia diplomacia paralela. A través de sus hoteles (repletos de batidos, hamburguesas, suites alfombradas y aires acondicionados) vendía al otro lado del Telón de Acero el sueño americano con mejor éxito que muchos embajadores. Los Hilton fueron ejemplares representantes de ese American way of life del que se veían privados los países del Este. Y hoy, en un irónico revés del destino, su buque insignia en Nueva York lleva el sello de un país comunista. La Historia, una vez más, se aloja entre las paredes del Waldorf-Astoria.

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