
Vista de Beceite con los Puertos al fondo.
El pueblo medieval de Teruel con pozas secretas y vestigios de los caballeros templarios
Sus calles empedradas, casas de piedra y puentes medievales reflejan la riqueza de su pasado, mientras que sus alrededores ofrecen algunas de las mejores zonas de baño y senderismo de Aragón
En la comarca del Matarraña, en la frontera invisible entre Aragón, Cataluña y la Comunidad Valenciana, se alza Beceite, un pueblo de piedra que combina un entorno natural privilegiado con un rico patrimonio y vestigios únicos de historia templaria. Su casco histórico empedrado y su aire tranquilo lo convierten en uno de los destinos más sugerentes del interior turolense.
Sus limpias aguas y su especial ubicación influyeron para que Alfonso V concediera a la villa el título de Villa y Corte de Descanso Real
Es este un pueblo cargado de historia. Las pinturas rupestres de la Fenellassa, que datan del 3.500 a.C., dan constancia de la antigüedad de los pobladores de la zona. De la época romana todavía se conservan a ambos lados de la población dos tramos de la calzada romana que unía las localidades de Dertosa (Tortosa) y Caesaraugusta (Zaragoza).
El origen de su nombre proviene de la etimología árabe Beit Zeid (Casa del Zeid), luego a los árabes les fue reconquistada la villa en el siglo XII por las tropas del rey aragonés Alfonso II. Ya en el Medievo la población era conocida por sus limpias aguas y su especial ubicación, por lo que Alfonso V concedió a la villa el título de Villa y Corte de Descanso Real.
Testigo de muchas guerras

Beceite ha gozado de una posición estratégica a lo largo de su historia.
Pero su papel más importante como lugar estratégico lo desarrolló durante las Guerras Carlistas. Decantado el municipio por la causa liberal de Isabel II, Beceite era lugar indispensable para el control de los Puertos y de las principales plazas dominadas por los carlistas. Por lo que el general Cabrera ordenó tomarlo y reconstruir sus fuertes para su mejor defensa.
El Puente de Santa Ana

Puente de Piedra o de Santa Ana.
Grabados de Goya en papel de Beceite
La industria del papel también ha jugado un papel importante en la historia de Beceite. Benedicto XIII, el Papa Luna, en el año 1411 concedía a su médico particular el converso Jerónimo de Santa Fe los derechos del «molino para paños» en «Bezeyt», perteneciente a la mesa arzobispal de Zaragoza. Esta es la primera referencia sobre los molinos en Beceite. Hasta el cierre de la última papelera en 1970, el papel de Beceite sirvió para Heraclio Fournier en la elaboración de naipes, se fabricó papel moneda para el Estado y Francisco de Goya utilizaba papel de Beceite para sus grabados.
Patrimonio natural

Salto de agua y pozas en el río Matarraña.
Patrimonio templario

Iglesia de San Bartolomé.
Beceite no cuenta con un castillo templario en el sentido clásico, pero sí conserva vestigios significativos de la presencia templaria en la localidad. Tras la reconquista en el siglo XII, Beceite fue entregado a la Orden del Temple, que dejó su huella en diversas construcciones y elementos arquitectónicos. Además del mencionado Puente de Santa Ana, el Palacio de Guerau de Bou, en la parte alta del casco urbano, conocido como «el Palau», es otra de las construcciones más destacadas asociadas a los templarios, con elementos arquitectónicos que reflejan su origen medieval. Y la iglesia de San Bartolomé, construida entre los siglos XVII y XVIII, alberga en su interior una capilla del siglo XII que se atribuye a los templarios. San Bartolomé es uno de los cuatro santos del altar templario.
Los Puertos y el Parrizal

Ruta del Parrizal de Beceite.
El Parrizal de Beceite brinda un paseo fantástico entre paredes de piedra por el lecho del río Matarraña
Adentrarse en el Parrizal es una experiencia harto recomendable, apta para todas las edades dada su facilidad. La ruta del Parrizal comienza muy cerca de Beceite y discurre paralela al río Matarraña. Durante el recorrido se cruza el río en varias ocasiones con la ayuda de pasarelas de madera que llevan a los senderistas por encima de pequeñas pozas de aguas transparentes.
Qué comer
La gastronomía de Beceite se caracteriza por la influencia de la cocina aragonesa y el uso de ingredientes locales. Platos típicos incluyen el ternasco (cordero) asado, el jamón de Teruel, arroces con conejo, setas de temporada y vinos de alta graduación. Beceite destaca también por sus dulces tradicionales, como el membrillo, el turrón de Navidad y las pastas de Navidad. También se consumen productos como la ensanguinada (pasta hecha con manteca y anisillos), la carne de cerdo y las verduras. Historia, patrimonio, naturaleza y gastronomía se juntan en esta singular localidad, que no defraudará a quienes se acerquen a conocerla.