El bonito pueblo donde empieza el Camino Francés.

El bonito pueblo donde empieza el Camino Francés.Getty Images/iStockphoto

El encantador pueblo de Francia donde empieza el Camino de Santiago

El punto de arranque del Camino Francés es también un destino en sí mismo, en el que demorar un poco la partida o al que volver una vez finalizada la peregrinación

El denominado Camino Francés es la ruta con más tradición del Camino de Santiago. Es uno de los itinerarios de peregrinación más largos hasta la Plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela, con unas 30 etapas y unos 800 kilómetros. Esta experiencia tiene su punto de partida en la localidad francesa de Saint-Jean-Pied-de-Port, y atraviesa diversas regiones del norte de España.

San Juan al Pie del Puerto, en su traducción al español, es un lugar a tener en cuenta para visitarlo por sí solo

Ubicado a los pies de los Pirineos, en el departamento de Pirineos Atlánticos, región de Nueva Aquitania, San Juan al Pie del Puerto, en su traducción al español, es un lugar a tener en cuenta para visitarlo por sí solo. De hecho, ha sido declarado «uno de los pueblos más bonitos» de Francia. Su fisonomía recordará nada más llegar a alguno pueblos y localidades del País Vasco y de Navarra, por su arquitectura de casas con entramados de madera, calles adoquinadas, murallas medievales, balcones floridos y tejados rojizos.

La calle de los peregrinos

La calle Citadelle de Saint-Jean-Pied-de-Port es el punto de partida del Camino de Santiago Francés.

La calle Citadelle de Saint-Jean-Pied-de-Port es el punto de partida del Camino de Santiago Francés.Getty Images/Lee Hyoung Ho

El nombre del pueblo hace referencia al puerto de Ibañeta, que conduce a Roncesvalles, ya en territorio español, importante lugar de paso y acogida para los peregrinos. Porque en Saint-Jean-Pied-de-Port todo gira en torno a los peregrinos y el Camino de Santiago: los comercios, los albergues, las señales con la vieira dorada, los saludos en múltiples idiomas. Es un lugar donde se respira lo que para muchos es el inicio de una experiencia vital inolvidable.

Este pueblo francés conserva un casco histórico encantador, atravesado por el río Nive y dominado por su ciudadela

Fundado en el siglo XII y fortificado en el XVI, el pueblo francés conserva un casco histórico encantador, atravesado por el río Nive y dominado por su ciudadela. El paseo por la calle de la Citadelle, flanqueada por antiguas casas de piedra y madera, conduce hasta la Porte Saint-Jacques (Puerta de Santiago), una de las antiguas puertas de entrada a la villa y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO como parte de los Caminos de Santiago en Francia. Desde allí, las vistas a los tejados, las montañas y los valles son de postal.

La primera credencial

La histórica Porte Saint-Jacques del Camino de Santiago.

La histórica Porte Saint-Jacques del Camino de Santiago.Getty Images/Giuseppe Anello

El bonito pueblo medieval francés invita al viajero a visitarlo sin prisa, a detenerse en sus tiendas artesanas, a entrar en su iglesia gótica de Notre-Dame-du-Bout-du-Pont (Nuestra Señora del Fin del Puente, donde muchos peregrinos reciben su primera credencial) y a compartir una cena con otros caminantes que al día siguiente pondrán rumbo a Roncesvalles tras cruzar uno de los tramos más duros pero bellos del Camino Francés.

Muchos peregrinos reciben su primera credencial en la iglesia gótica de Notre-Dame-du-Bout-du-Pont

No es de extrañar que muchos peregrinos, una vez finalizada su peregrinación, decidan regresar a Saint-Jean-Pied-de-Port para rematar su visita al pueblo y emprender desde aquí una escapada rural en sentido inverso al Camino, hacia territorio francés. La cercanía con Bayona y otros pueblos del País Vasco francés, así como su autenticidad poco contaminada por el turismo masivo, lo convierten en un destino perfecto para una escapada tranquila. Incluso para quienes no planean hacer el Camino, el simple hecho de presenciar el inicio de tantas aventuras humanas tiene algo de conmovedor.

Cómo llegar

Preciosa imagen de la medieval Saint-Jean-Pied-de-Port.

Preciosa imagen de la medieval Saint-Jean-Pied-de-Port.Getty Images

Para llegar hasta Saint-Jean-Pied-de-Port, lo habitual es tomar un tren desde Bayona o un autobús desde Roncesvalles o Pamplona. La travesía es un espectáculo en sí misma: curvas entre montañas, caseríos solitarios, ovejas pastando y una sensación creciente de estar entrando en un lugar con historia y, sobre todo, con alma. Porque Saint-Jean-Pied-de-Port no es solo un punto geográfico, es también una metáfora del comienzo de un viaje profundo, de un cambio personal, de una mirada al interior.

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