Patio interior del hotel Cristine Bedfor de Sevilla.
Renace como hotel de lujo la sala de destape más célebre de Sevilla
De los dos rombos a las cinco estrellas, de la ruina al diseño: el antiguo cine Trajano reabre sus puertas como el boutique hotel más esperado de la capital andaluza
Los orígenes de los hoteles de Sevilla cuentan, como en pocas ciudades de España, la rica historia de la ciudad. Algunos se levantan sobre palacios barrocos, conventos silenciosos o casas de la Judería; otros nacen de antiguas dependencias relacionadas con el comercio con América o residencias arzobispales. A este inventario se suma ahora un pasado curioso: el Cristine Bedfor Sevilla, que abre sus puertas en pleno centro, en la esquina de las calles Trajano y Amor de Dios, sobre el solar del antiguo cine del mismo nombre.
Joya neomudéjar
Fachada del hotel, una joya neomudéjar de ladrillo rojizo.
Lo primero que llama la atención es el propio edificio, obra de Aníbal González, máximo exponente del regionalismo andaluz y arquitecto director de la Exposición Iberoamericana de 1929. Se trata de una joya neomudéjar de ladrillo rojizo con arcos polilobulados, paños de sebka, cerámica y hierro forjado en la que parece imposible no fijarse cuando se camina por la transitada calle. Su autor firmó algunos de los espacios más icónicos de la ciudad, como la Plaza de España, los Jardines de Murillo o el Pabellón Mudéjar, y dio a Sevilla gran parte de la fisonomía que hoy la distingue.
De salón a cine para adultos
Lobby del Cristine Bedfor.
El hoy hotel, inaugurado en 1922 como Salón de Variedades Lido, ofrecía café-teatro, revistas y cuplés que animaban la vida nocturna. Durante la Guerra Civil fue utilizado como prisión ocasional y en 1941 reabrió como Cine Trajano, convertido después en sala de Arte y Ensayo. Con la Transición alcanzó su etapa más célebre, aunque no la más edificante: fue la sala de destape más famosa de Andalucía, devino posteriormente en cine X y, tras décadas de rumores y carteles de dos rombos, cerró en 2003, hundiéndose en la ruina.
Durante la Guerra Civil fue utilizado como prisión y en la Transición fue la sala de destape más famosa de Andalucía
Tras años de abandono, el edificio vuelve a latir. El Cristine Bedfor Sevilla abre como hotel boutique de 28 habitaciones, con restaurante, bar y piscina en la azotea. Y lo hace recuperando también su vocación cultural: la planta baja albergará un teatro, devolviendo a Sevilla un escenario en pleno corazón de la ciudad. Por el momento este espacio no está operativo, pero sí preparado técnicamente para poder en un futuro próximo albergar actuaciones y retomar la vocación cultural de aquella lejana primera vida.
El proyecto forma parte de la cadena Cristine Bedfor, creada por Cristina Lozano y respaldada por Daniel Entrecanales, apellido ligado a una de las grandes sagas empresariales de España. Tras sus primeras aperturas en Menorca y Málaga, desembarcan en Sevilla con la ambición de unir memoria y hospitalidad.
Culto y sofisticado
Habitación del hotel.
El interiorismo lleva la firma de Lorenzo Castillo, que ha querido mirar más allá del tópico sevillano. Su inspiración bucea en la propia calle Trajano, donde estuvo el taller de Francisco Pacheco, maestro y suegro de Velázquez. Allí el pintor regresado de Italia volcó la modernidad del Renacimiento en la escuela sevillana, convirtiendo el barrio en semillero de arte.
La planta baja albergará un teatro y devolverá a Sevilla un escenario en pleno corazón de la ciudad
Vajilla del hotel con referencias a Sevilla.
Castillo recoge ese legado y lo traduce en colores cálidos, textiles nobles y piezas escogidas como tesoros, evocando la Sevilla puerto del mundo, puente entre Roma y el mundo andalusí, entre Génova, Venecia y las rutas hacia Oriente y América. El resultado es un espacio culto y sofisticado, que respira la esencia de Sevilla y la proyecta hacia el presente con frescura y diseño refinado. Y rescata lo mejor del edificio de sobresaliente arquitectura y curioso pasado.
