Teleférico sobre Funchal, la capital de Madeira.
Así es la capital del océano Atlántico donde Cristiano Ronaldo planea celebrar su boda
Parece que suenan campanas de boda para el futbolista más mediático del planeta, el portugués Cristiano Ronaldo. A sus 40 años y aun en plena actividad deportiva, el crack luso podría «sentar la cabeza» en breve. Porque, según algunas informaciones publicadas en la prensa portuguesa, Cristiano Ronaldo planea celebrar su boda con la española Georgina Rodríguez, con quien ha formado ya una familia numerosa, en la bonita ciudad que lo vio nacer.
Cristiano y Georgina podrían darse el «sí, quiero» en la capital de Madeira, localidad natal del futbolista
Y esa bonita localidad no es otra que Funchal, la luminosa capital del archipiélago portugués de Madeira, un destino ubicado en el océano Atlántico, a menos de tres horas de vuelo desde Madrid, que se convertiría en el protagonista de los titulares de la prensa de más de medio mundo.
En la catedral o en la iglesia
Interior de la catedral gótica en Funchal.
Situada en un anfiteatro natural que desciende hacia el océano, cualquier momento del año es bueno para viajar hasta Funchal gracias a su agradable clima, que lo convierte en un destino ideal para unas mini vacaciones. Hay mucho que ver en esta ciudad con más de 500 años de historia, una urbe que combina historia, exotismo y sofisticación. Fundada en el siglo XV, la capital de Madeira mantiene el encanto de su trazado colonial combinado con el tranquilo saber vivir del alma portuguesa.
Interior de la Iglesia de San Juan Evangelista (Igreja do Colégio).
El mejor modo de conocer el centro histórico de la ciudad es hacerlo andando. El paseo arranca en el posible escenario de la gran boda, la Sé, la iglesia principal de Funchal, de estructura gótica, construida en el siglo XVI. Al entrar, debemos mirar hacia arriba para admirar el precioso techo de alfarje, en madera de cedro trabajada al estilo mudéjar. También se debe visitar la otra posible opción para acoger el enlace, la Iglesia de San Juan Evangelista (Igreja do Colégio), con su fachada sobria que esconde un exuberante interior rico en tallas doradas, retablos y paneles de azulejo del siglo XVII.
Museos y mercados
El popular Mercado de los Labradores.
En el lado opuesto del Largo do Município (como se denomina a la Plaza Municipal), en el antiguo Palacio Episcopal, está el Museo de Arte Sacro, de cuya colección destaca el núcleo de arte flamenco de los siglos XV y XVI, testimonios de los contactos comerciales con Flandes, a donde se vendía la caña de azúcar cultivada en la isla. Para degustar ese y otros sabores, en el Mercado de los Labradores se pueden poner a prueba los sentidos y probar y oler desde las frutas exóticas hasta delicias tradicionales como el pastel de miel (bolo de mel), sin olvidar las tiendas de artesanía, las vendedoras de flores ataviadas con esmero y las animadas lonjas de pescado.
Arte, vino y carros de cesto
Bajada en carros de cesto.
Y no hay que abandonar Funchal sin descubrir los murales del barrio de Zona Velha ni los aromas tropicales de los jardines botánicos. Los aficionados al vino tienen aquí los caldos originarios de esta isla, secos y dulces, de alta graduación y con una elaboración particular que los hace extremadamente estables, por lo que pueden conservarse en perfectas condiciones durante décadas una vez abiertos.
Hermosa vista panorámica del Jardín Botánico de Funchal.
Los más activos deben dirigirse al puerto para tomar el teleférico que asciende hasta Monte, un barrio de vistas vertiginosas donde se encuentran las famosas bajadas en cesta de mimbre (carros de cesto), una tradición única que hoy es símbolo de la ciudad. Quizá la pareja de fama mundial se anime a realizar esta singular bajada tras la boda.
La huella de Cristiano Ronaldo
Hotel y museo de Cristiano Ronaldo en Funchal.
Para los seguidores del jugador, Funchal es también el kilómetro cero de su leyenda. Aquí se encuentra el Museo CR7, que recorre su trayectoria con trofeos, fotos y objetos personales; y junto al puerto, su estatua se ha convertido en el selfi más buscado de Madeira. Enfrente, el hotel Pestana CR7 Funchal, propiedad del futbolista en colaboración con la cadena Pestana, resume su estilo: moderno, funcional y con vistas abiertas al océano.
Naturaleza y lujo
Hotel Belmond Reid’s Palace, icono del turismo elegante en Funchal.
Funchal es, además, una base perfecta para explorar Madeira, una isla verde y abrupta donde los acantilados caen al mar y las flores tropicales brotan en cualquier estación. A pocos kilómetros, el mirador de Cabo Girão ofrece una de las panorámicas más impresionantes del Atlántico y las célebres levadas, antiguos canales de riego convertidos en senderos, permiten caminar entre bosques de laurisilva Patrimonio de la Humanidad.
Junior suite del Belmond Reid's Palace.
En el capítulo del descanso, la capital combina grandes hoteles históricos con nuevas aperturas de hoteles boutique de diseño contemporáneo frente al mar. Entre los primeros destaca el Belmond Reid’s Palace, icono del turismo elegante y aristocrático desde el siglo XIX, posiblemente la opción que elegiría la pareja para alojarse durante su noche de bodas en la isla (con permiso del hotel Pestana CR7 Funchal).
Destino atlántico
Vista nocturna de Funchal.
Si finalmente se confirma la boda de Cristiano y Georgina en Funchal, el acontecimiento convertirá a Madeira en uno de los destinos protagonistas de 2026, impulsando su turismo y su imagen internacional. Aunque, más allá de la curiosidad por la pareja, este destino atlántico ofrece motivos de sobra para enamorar a quien lo visita: clima amable, paisajes únicos, hospitalidad y gastronomía portuguesa y una serenidad que conquista sin prisa.
Del 9 al 23 de diciembre los mercados de Madeira se transforman en escenarios llenos de música, gastronomía, artesanía y cultura local
Otra excusa perfecta para visitar Madeira en estas fechas son las denominadas Noites de Mercado, que iluminan la isla del 9 al 23 de diciembre. En estas fechas, los mercados de Madeira se transforman en escenarios llenos de música, gastronomía, artesanía y cultura local, donde la Navidad se vive en las calles con alegría y tradición. Lo que comenzó hace más de un siglo como un encuentro espontáneo en los mercados locales para realizar las últimas compras navideñas se ha transformado en una de las tradiciones más queridas por los madeirenses y más esperadas por quienes visitan la isla durante estas fechas.