Una viajera en la costa de Portugal declarada nueva Reserva de la Biosfera.
La preciosa y salvaje costa de Portugal que la Unesco ha declarado Reserva de la Biosfera
Ofrece un impresionante paisaje de montañas, acantilados y playas vírgenes apenas a 40 minutos en coche desde Lisboa
Hace solo dos meses, el pasado 27 de septiembre, la Unesco declaró Reserva de la Biosfera a uno de los enclaves más espectaculares de Portugal, un área natural ubicada cerca de Setúbal y de la capital, Lisboa. Lo hizo por “su riqueza medioambiental y cultural" y la convirtió en la decimotercera reserva del país luso con este reconocimiento.
Con una altitud máxima de 501 metros, esta sierra ofrece una de las vistas panorámicas más espectaculares del océano Atlántico
Conocida por su impresionante paisaje de montañas, acantilados y playas vírgenes, hablamos de la sierra de la Arrábida, un sistema que forma parte del Parque Natural de la Arrábida y que también se extiende a la zona del estuario del río Sado. Con una altitud máxima de 501 metros, esta sierra se formó hace millones de años, resultado de fenómenos tectónicos y erosivos, y en la actualidad ofrece una de las vistas panorámicas más espectaculares del océano Atlántico y del citado estuario.
Playas y castillos
Playa de Galapinhos, en la sierra de Arrábida.
Y aunque no es tiempo de bañarse, conviene apuntar este destino para épocas más cálidas porque alberga además algunas de las playas más bellas de Portugal, como las de Portinho da Arrábida y Galapinhos, que al estar prácticamente unidas han sido elegidas en una ocasión como la mejor playa de Europa, con aguas cristalinas ideales para el buceo.
Fortaleza de San Felipe.
Para los que gusten de caminar, la sierra de la Arrábida cuenta asimismo con una extensa red de senderos adaptados a diferentes niveles, desde rutas sencillas como la Ruta de Encostas de São Filipe hasta opciones más desafiantes para expertos. Los interesados en la cultura pueden (deben) visitar en las proximidades de esta nueva Reserva Unesco lugares de interés como el Fuerte de San Felipe, mandado construir en 1582 por el rey de España y Portugal Felipe II durante una visita a Setúbal para reforzar las defensas de esta costa portuguesa.
Fortines y conventos escondidos
Convento de Nuestra Señora de la Arrábida.
La profusión de miradores naturales en esta sierra es otro de sus atractivos, en cuya búsqueda se con antiguos fortines militares, como la Séptima Batería, que en su labor de vigilancia obtenían también vistas impresionantes de la costa y el mar. La carretera que cruza estos paisajes, la Estrada da Serra, es asimismo una de las más bellas de Portugal, con curvas suaves que se asoman al océano y regalan panorámicas memorables. Entre las paradas de los miradores es especialmente recomendable el Miradouro da Rampa.
Parque Natural de la Arrábida y el océano Atlántico.
También merece la pena una visita al Convento de Nossa Senhora da Arrabida, un monasterio encaramado a la montaña, parcialmente escondido entre el bosque, que transmite un aura casi mística. Desde allí, el silencio y la luz crean uno de esos momentos que definen un viaje. Y si se viaja con los más pequeños, desde Setúbal parten los barcos turísticos para el avistamiento de delfines en el océano.
Senderismo por la Reserva de la Arrábida.
La declaración de Reserva de la Biosfera permitirá preservar este increíble lugar, afortunadamente aún no demasiado conocido por el gran turismo, a pesar de su cercanía con Lisboa y Setúbal. Una costa salvaje y bella que hay que saber disfrutar y conservar para que permanezca así durante muchos años.