Entrada al hotel Rosewood Villa Magna, en Madrid.
El hotel de lujo más solidario de España en Navidad
El Rosewood Villa Magna dona un 5% de todo lo recaudado en su programación festiva a la investigación contra el cáncer infantil y suma otras iniciativas solidarias centradas en los más pequeños
Más allá de su solicitada pista de patinaje sobre hielo, del chalet alpino que reaparece cada invierno y nos traslada a la alta montaña desde el Paseo de la Castellana, de su cuidada decoración y de una glamurosa y exquisita cena de Fin de Año que vuelve a acaparar titulares, la Navidad en el madrileño Rosewood Villa Magna tiene una segunda lectura.
Por encima de toda la fantasía y el lujo late el corazón del hotel más generoso en estas fechas
Por encima de toda esta fantasía, perfectamente ejecutada y con una aceptación que se nota en las reservas, late el corazón del hotel más generoso en estas fechas, todo un ejemplo de lo que significa no pensar únicamente en la propia clientela y entender el espíritu navideño como una forma de solidaridad.
Donación solidaria
Chalet alpino del Rosewood Villa Magna.
Una parte de todo lo que se recauda durante la programación de estas semanas se traduce en una donación concreta. El hotel destina un 5% de todo lo recaudado a la Asociación Española Contra el Cáncer, con un foco específico en la investigación del cáncer infantil. La iniciativa se aplica a todo lo que se consume en el hotel desde el encendido navideño, que este año tuvo lugar el 26 de noviembre, y hasta el día siguiente al Día de Reyes.
La iniciativa se aplica a todo lo que se consume en el hotel desde el encendido navideño del 26 de noviembre hasta el día siguiente al Día de Reyes
El Rosewood Villa Magna no facilita cifras globales de lo recaudado en estos años, pero basta fijarse en un solo capítulo muy concreto de su programación para hacerse una idea del alcance. La cena de Nochevieja, prácticamente vendida a estas alturas, reúne en torno a 220 comensales y tiene un precio de 1.350 euros por persona. Solo esa noche, la facturación ronda los 300.000 euros, a lo que hay que sumar la segunda cena de Nochevieja que se celebra en Amós, el restaurante gastronómico del hotel.
Menús de Navidad
Menú de Navidad en el restaurante Amós del hotel.
A esa programación se suman otros momentos estrella de la mesa, que marcan el calendario del hotel durante estas semanas. La comida de Navidad y el brunch de Navidad, el brunch de Año Nuevo y el brunch de Reyes concentran buena parte de la demanda, igual que las cenas señaladas de Nochebuena y Nochevieja, con ligeros guiños este año al mundo circense y que recorre algunos de los grandes productos del lujo gastronómico, con platos como el tartar de pez limón ahumado con caviar Osetra, las angulas con colmenillas o un solomillo Rossini coronado con trufa negra Melanosporum.
Pista de patinaje del Rosewood Villa Magna en Madrid.
Desde que el respetado hotel del Paseo de la Castellana pasara a la gestión de la cadena asiática Rosewood, el Villa Magna se ha convertido en uno de los proyectos más creativos, ambiciosos y mejor acogidos de la Navidad madrileña. El chalet alpino, concebido como un auténtico refugio de montaña, con chimeneas, música y una carta de inspiración alpina pensada para comer y cenar, es hoy uno de los espacios más difíciles de reservar en Madrid durante estas fechas. A su alrededor, la pista de patinaje funciona como punto de encuentro para familias que prolongan la experiencia con tardes sobre el hielo y meriendas que evocan el imaginario invernal más cinematográfico, con ecos de la Navidad neoyorquina.
También dulces y roscones
El hotel madrileño se vuelca con la Navidad.
En Flor y Nata, el espacio más cotidiano del hotel, donde se sirven cafés y encuentros informales a lo largo del día, la Navidad se cuela también en los pequeños rituales. Durante estas semanas se refuerza su afternoon tea y su merienda, con una propuesta especial de dulces de temporada, roscón de Reyes y elaboraciones pensadas para acompañar las tardes de diciembre sin necesidad de sentarse a una mesa de gala. Todo lo que se consume en este periodo forma parte de la misma recaudación solidaria destinada a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
Fondos para investigación
Desde la AECC en Madrid, Jaime Salaverry, su responsable, subraya la importancia de que estas iniciativas se traduzcan en financiación real: «colaborar con el Villa Magna es una maravilla. Es una empresa que tiene alma y la verdad es que es un gusto colaborar. Parte de los fondos que consiguen con las iniciativas que hacen en Navidad van a financiar investigación. Estamos hablando justo de cáncer infantil, que es un tema que yo creo que a todo el mundo le llega».
Colaborar con el Villa Magna es una maravilla. Es una empresa que tiene alma», dicen desde la Asociación Española Contra el Cáncer
Más allá de esta donación, el hotel articula otras acciones que completan su Navidad solidaria. Parte de la creatividad de estas fechas ha sido diseñada por Algo de Jaime, joven artista con autismo, elegido expresamente por el equipo del hotel. En determinados eventos, el Villa Magna colabora además con la Fundación PRODIS, dando visibilidad a personas con discapacidad en tareas de acogida y atención al público.
Balcón especial a la cabalgata
Terraza de la Royal Anglada House, con vistas al Paseo de la Castellana.
Otro de los momentos más simbólicos llega el día de la Cabalgata de Reyes, cuando Madrid vive su noche más mágica. Las dos houses de la última planta, dos de las suites más exclusivas de España, en las que se han alojado artistas como Taylor Swift o los Rolling Stones, se ofrecen como invitación a niños con discapacidad que acuden acompañados de sus familias a través de las fundaciones con las que colabora el hotel. Entre ellas figura Envera y otras entidades centradas en el apoyo a niños con autismo.
Niños con discapacidad y sus familias disfrutan de las dos exclusivas suites de la última planta del hotel para ver desde ahí la Cabalgata de Reyes
Dado que la cabalgata discurre por el Paseo de la Castellana, justo frente al hotel, las terrazas de estas houses se convierten en un balcón privilegiado para seguir el desfile. Los peques no solo están en primera fila, sino que además disfrutan de una espléndida merienda con chocolate caliente, roscón y dulces navideños, por cortesía del hotel.
La cadena de gestos se completa con las cestas de Navidad que se entregan a los empleados, elaboradas en colaboración con la Fundación A La Par, y con la implicación directa de parte del personal en acciones sociales durante estas fechas, como el servicio de desayunos en el comedor social Ave María.