El cantante Rod Stewart y su mujer, Penny Lancaster, en Londres
Rod Stewart asegura que la intimidad es la clave de su matrimonio
Después de un largo historial de mujeres, el cantante rehizo su vida con la exmodelo Penny Lancaster, con la que lleva casado 14 años
A Rod Stewart siempre le ha perseguido la fama de seductor. Tiene un amplio historial amoroso desde que estuvo con Susannah Boffey, su primer amor de adolescencia y madre de su hija Sarah, a la que dio en adopción. En total ha tenido ocho hijos con cinco mujeres diferentes a los largo de sus 76 años. Eso le ha dado cierto grado de experiencia a la hora de saber las cosas que no hay que hacer en un matrimonio para evitar que fracase.
En una entrevista que ha ofrecido a la revista People, el cantante ha dado algunos consejos a lo más jóvenes para no cometer sus mismos errores. En su caso, y así parece que le funciona con su última mujer, Penny Lancaster, con la que lleva 14 años de matrimonio, la intimidad es la clave. «No estoy hablando de sexo, sino de un beso, un abrazo... Mi esposa y yo hacemos eso todas las mañanas. Nos abrazamos, a veces en la cama, a veces fuera de la cama, durante todo el día. Es una relación maravillosa. Suertudo, ¿no?», ha explicado Stewart.
La conoció pocos días después de que su anterior mujer, Rachel Hunter, le dejara. «Fue desgarrador. ¡Nadie deja a Rod! Pero ese sábado por la noche, conocí a Penny en el hotel Dorchester de Londres. El bajista de mi banda, Carmine, dijo: 'Escucha, acabas de salir de un largo matrimonio de nueve años. Aún no estás listo'», le aconsejó. No hizo caso. Seis meses después, le convenció para que le diese su teléfono: «Ella me ha remendado el corazón en más de un sentido». Cuando el divorcio se formalizó no tardaron en casarse y hasta ahora.
En lo que sí difieren es en la ocupación que se ha buscado Lancaster. Encontró su verdadera vocación en el programa de televisión Famous and Fighting The Crime, en la que rostros conocidos participan como policías voluntarios. La exmodelo le cogió el gustillo a eso de patrullar las calles y se decidió a firmar un contrato de colaboración permanente con la Policía. Vigila los puentes para que no se suicide nadie y también hace rondas por la noche, algo que, como reconoció Stewart, le quita el sueño. Aunque muy orgullosa de ella considera que es un trabajo muy peligroso para la madre de sus hijos: Alastair y Aiden. Sin embargo, Lancaster no está dispuesta a dejar un trabajo que le gratifica tanto. «Ves el resultado de todo lo que das y hace que seas consciente de la suerte que tienes», explicó el mes pasado en una entrevista.
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