La Princesa Mary cumple 50 años el sábado 5 de febrero
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Mary de Dinamarca, retrato de una futura Reina cuando cumple 50 años
Tras un largo noviazgo, se convirtió en la elegida por el Príncipe Federico y los ciudadanos daneses, que la consideran cercana, dulce y cariñosa
Desde que se dio a conocer su noviazgo con el Príncipe Federico el 14 de febrero de 2002, una por entonces desconocida Mary Donaldson no augura convertirse en el miembro de la familia real más popular de Dinamarca, por encima incluso de su suegra, la Reina Margarita. Desde que entró a formar parte de la realeza y durante todos estos años, Mary ha cumplido todas las expectativas con nota alta. Tiene carisma, personalidad y una gran capacidad de trabajo, y al mismo tiempo, aseguran los daneses, es cercana, dulce, natural, maternal y cariñosa.
Nació el 5 de febrero de 1972 en Tasmania, siendo la menor de cuatro hermanos. Su madre murió a una edad bastante temprana y, poco después, su padre, catedrático de Matemáticas Aplicadas en la Universidad de Tasmania, rehízo su vida con Susan Elizabeth, escritora de misterio famosa en el país.
Amante del deporte como su marido, destacó en ciencias, matemáticas e inglés, así como en piano, flauta y clarinete. Además, en Taroona, su escuela de educación secundaria fue capitana del equipo de hockey y miembro destacado de los equipos de natación e hípica. Sin embargo, centró sus estudios universitarios en Derecho y Comercio, tras lo que realizó un Máster en Publicidad a mediados de los años noventa.
Unidos por el deporte
Tendrían que pasar 5 años más para que la vida de Mary cambiase al conocer durante los Juegos Olímpicos de Sídney a su futuro marido. Sobre cómo lo hicieron, existen dos versiones distintas. La hermana de la Princesa sostiene que Mary estaba con unas amigas en un local cuando coincidió en él con varios príncipes europeos que habían viajado con motivo de la celebración deportiva. Se acercó a él y le pareció un hombre frío.
La otra versión es de Beatriz Tarnwski, amiga de Mary. Cuenta que había quedado con Bruno Gómez-Acebo en el hotel Regent de Sídney y que le pidió a Mary y otra amiga que le acompañaran. El hijo de doña Pilar de Borbón estaba con un grupo de príncipes, entre ellos, Federico. «Empezamos a hablar –dijo Mary– y no paramos». Las conversaciones siguieron por teléfono y hay quien dice que la factura de la Casa Real subió un 20 %. Federico viajó cinco veces a Australia para estar con ella, antes de que Mary se trasladara a París en 2001.
La mirada delata el amor que se profesan
El suyo fue un noviazgo largo, pues la Reina Margarita, conociendo las veleidades sentimentales de su heredero, no quiso dar el visto bueno a la australiana hasta comprobar que realmente estaban enamorados y que la pareja podía funcionar. «Nuestro noviazgo no fue un flechazo. La distancia geográfica y el estatus de Federico hacían incierta nuestra relación, incluso cuando en 2002 fijé mi residencia en Copenhague». Se casaron dos años más tarde el 14 de mayo en la iglesia de Nuestra Señora, en la catedral de Copenhague.
Con una espectacular tiara
Mary, procedente de una familia numerosa, no se conformó con tener un solo hijo. Primero nació Christian (15 de octubre del 2005) y después le siguieron Isabella (21 de abril del 2007), y los mellizos de la familia, Vicent y Josephine que nacieron el 8 de enero del 2011, produciéndose así el primer alumbramiento de mellizos en la dinastía desde el año 1626. Además, apuesta por la educación pública, ya que Christian, segundo en la línea de sucesión por detrás de su padre, es el primer príncipe danés que estudia en un colegio público.
Con sus hijos Isabella, Vincent y Josephine
Su hijo mayor Christian cada vez está más cerca de ser todo un adulto
Su lado más solidario
Mary ha sabido adaptarse a la perfección a la vida en Dinamarca y a su papel de Princesa. Tras su «sí quiero» la agenda de Mary Donaldson se llenó de compromisos, comenzó a realizar visitar internacionales y a conocer más de cerca los lujos y también a las personas más desfavorecidas del país frente a los que no se quedó indiferente creando la Fundación Mary.
«Este trabajo va a complementar mis actividades como Princesa. A través de la Fundación podré seguir con mis compromisos sociales, pero atenderé también a aquellos que no puedan ejercer sus derechos. Me conmueve muchísimo que haya personas que no tengan a donde recurrir y se encuentren aisladas… Creo firmemente que todos los individuos tienen derecho a pertenecer a una comunidad y a saber que hay gente que los comprende y se preocupa por su bienestar. Y en esta creencia se basa la Fundación Mary», dijo la futura Reina de Dinamarca.
«Estoy realmente encantada y orgullosa de que hayamos logrado construir una base de trabajo sólida que nos permita lograr nuestros objetivos y asegurar el impacto a largo plazo de la Fundación. Es inspirador ver cómo la gente se une a la hora de conseguir un objetivo común y justo».
Un objetivo que no es otro que el de «mejorar las vidas de niños, adultos y familias que como resultado de su entorno, herencia y enfermedad, se encuentran socialmente excluidos. La Fundación deberá infundir esperanza y dar a todos ellos una oportunidad haciéndoles sentir que pertenecen a una comunidad».
Mary y Federico de Dinamarca durante la inauguración de la exposición creada con motivo del 50 aniversario de la Princesa
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