Fabiola Martínez confirma que ya ha firmado el divorcio con Bertín Osborne y aclara los términos de su separación

Un año después de anunciar su separación, Fabiola Martínez y Bertín Osborne han logrado llegar a un acuerdo y firmar los papeles de su divorcio. Así lo ha confesado la venezolana durante una revista exclusiva que ha concedido a la revista ¡Hola!, a la que también a abierto las puertas de su nuevo hogar.

Meses después de conocerse la ruptura entre la exmodelo y el presentador, Fabiola optó por dejar la casa situada a las fueras de Madrid en la que vivió sus mejores años junto a su entonces marido y a sus dos hijos, para mudarse con los menores, Kike y Carlos, a un apartamento ubicado en las inmediaciones del estadio Santiago Bernabéu y que, sorprendentemente, es propiedad de Carlos Sobera.

Si algo tenía claro es que su siguiente domicilio quería que estuviese ubicado en un enclave más céntrico, ya que de esta manera su vida se volvería más sencilla. Este fue uno de los motivos por los que decidió escoger esta fabulosa residencia de casi cuatrocientos metros cuadrados distribuidos en cuatro habitaciones, cuatro baños, cocina, salón, dos trasteros y una atractiva terraza con vistas a la Castellana. Todo lo que Fabiola necesita para ser feliz. Además, el inmueble está perfectamente adaptado a las necesidades de Kike, algo que para la venezolana era un requisito imprescindible.

Fabiola no solo ha mostrado todas las estancias de su humilde morada, sino que además ha contado todos los detalles que se esconden tras ella. De este modo, la empresaria comenzó explicando la casual manera en la que logró encontrar la vivienda: «Le pedí a una amiga que me ayudara. Ella contactó con una agencia y esta fue la primera opción. Cumplía con las características que quería, por lo que fuimos a verla y después de hacer varias visitas, me quedé con ella. Entonces descubrí que era propiedad de Carlos Sobera. ¡Él es mi casero!», confesó. Aunque lo cierto es que entre ellos no existe contacto, según la ya exmujer de Bertín, «porque la casa está estupenda, recién reformada y todo va bien».

Y es que, pese a la amplitud de la vivienda, Fabiola tiene claro que nunca habrá una habitación disponible para Bertín, ya que en su momento acordaron que cada vez que viniese a Madrid el artista se alojaría en un hotel. No obstante, su relación sigue siendo increíblemente buena. Tanto, que incluso ya han firmado su acuerdo de divorcio: «Bertín firmó este miércoles 16 de febrero y yo el jueves 17. No hemos firmado sentados juntos mirándonos a la cara. Yo le dije a mi abogada que no quería eso y él también al suyo», aclaró.

«Feliz» por todo lo que se «ha simplificado» su vida desde que inició esta nueva etapa, la exmodelo también ha detallado los términos del divorcio, así como todas y cada una de las propuestas realizadas por Bertín que ella ha terminado rechazando: «Él se ocupa de los gastos de los niños y yo de mí misma con el sueldo de mi trabajo. Quería darme una pensión y yo renuncié a ella. Depender de él no favorecía», puntualizó poco antes de anunciar quién se ha quedado con la custodia de sus hijos: «Él ha delegado en mí la custodia de los niños porque viven conmigo y no queríamos que estuviesen cada semana en un sitio diferente». «Él puede estar con los niños siempre que quiera o pueda. Y al revés, cuando ellos quieran», añadió.

Fabiola también quiso aclarar en qué punto se encuentra a nivel personal, confirmando así que no está «en la fase de celebración, pero sí de paz», a pesar de que ha pasado por un proceso de aceptación y negación que le hizo llorar mucho. También recordó el momento en el que decidió dar el primer paso y proponerle al cantante la separación: «Cuando abrí la caja de Pandora, resulta que los dos estábamos más o menos igual» manifestó.

Quizá uno de los momentos que le hizo caer en la cuenta de que su vida había cambiado por completo fue aquel en el que decidió quitarse la alianza, algo de lo que se desprendió «hace un tiempo y con mucho esfuerzo».

Ahora, reconoce que el único sentimiento que tiene hacia Bertín es cariño por todo lo compartido, pero ni si quieran llegan a tener una relación amistad en la que el contacto se produzca de manera constante. Pese a todo, siguen llevándose bien, algo que ha facilitado el proceso a los dos hijos que la expareja tiene en común.

Tiene claro que quiere disfrutar de su soltería, de su libertad y compartir todo su tiempo libre con sus pilares fundamentales. Es por esto por lo que, por el momento, no piensa en relaciones, aunque las cosas del amor prefiere dejarlas en manos del destino.