Paulina Rubio y Nicolás Vallejo-Nágera, más conocido como Colate, en una imagen de archivo
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Colate, Paulina Rubio y la batalla judicial por la custodia de su hijo
Llevan más de diez años implicados en un litigio legal que, en palabras de Vallejo-Nágera, podría haber acabado para siempre
En 2012, Paulina Rubio y Nicolás Vallejo-Nágera, más conocido como Colate, hicieron oficial su separación de forma definitiva. Mantuvieron un noviazgo de siete años y estuvieron casados durante cinco tras una boda en Cancún. En aquel momento, aseguraron que su divorcio sería civilizado por el respeto que se guardaban, pero ya llevan más de nueve años de batalla judicial por el hijo que tuvieron en común, Andrea Nicolás. Desde entonces, el único sitio en el que se han visto las caras ha sido el juzgado.
Tal y como se publicó hace unos días, se esperaba que se volvieran a enfrentar delante del juez. De acuerdo con un programa de televisión mexicano, Colate habría solicitado el pasado 18 de febrero en el tribunal de familia de Miami la custodia completa del menor porque supuestamente Rubio habría sido negligente en el cuidado del niño tras contraer covid y por su reiterada ausencia de la escuela.
Según el programa de Pati Chapoy, Colate se enteró del contagio de su primogénito por su propia voz, a través de una llamada telefónica donde le confesó su estado de salud y le hizo la petición de no vivir con la cantante. «Colate manifestó en la demanda que el pasado 31 de enero, Nico lo llamó para decirle que se había contagiado de covid y que quería estar con él. Afirma que Paulina utilizó el contagio para tener al niño alejado de la escuela, y mientras estaba enfermo, ella se fue de viaje sin avisar a nadie», añadió el programa TV Azteca.
En él mostró, además, la carta que presuntamente le envió la directora a la cantante el pasado 9 de febrero, explicando su alarmante preocupación por la seguridad del menor y el prolongado ausentismo escolar del mismo, que aparentemente no solo se debía a la época en que se encontraba enfermo por covid.
En el testimonio se podía leer lo siguiente: «No es legal tener a los niños fuera de la escuela por largos periodos. Los niños han faltado mucho a la escuela este año, y cada vez que regresan debemos pasar semanas poniéndolos al corriente. Esto es extremadamente duro para Nico, no solo académicamente, sino socialmente, no se trata solo de una cuestión académica, sino también social, los niños vuelven sintiéndose perdidos y, en cierto modo, tristes».
Sin embargo, Colate confesó a People en Español que nunca había actuado así. «Independientemente de lo que yo considere que es lo mejor para el niño, nunca he intentado tener la custodia ni la he tenido», aseguró, justo antes de afirmar que sentía un profundo respeto por la figura materna.
Todo lo que está haciendo es «para que mi hijo tenga a su padre y a su madre cerca. Independientemente de su comportamiento, de quien sea y de las cosas que haga, es su madre y eso lo respeto enormemente». La noticia sorprendía especialmente porque en agosto de 2021 el propio Colate confesaba que tomaba la decisión de dejar de luchar por la custodia de Andrea Nicolás por el altísimo coste económico y emocional que ha tenido durante más de una década.
«He decidido que, a partir de ahora, ya no tengo abogado –explicó el ex superviviente y ex marido de la cantante mexicana–, porque realmente me doy cuenta de que llevo diez años de litigio y ya no puedo más. Me parece absurdo, negativo para los niños y, por eso, no quiero volver a una corte. Solo Dios sabe lo que vendrá, vamos día a día».
Reconocía además que ha sido una pérdida de dinero y un enorme desgaste emocional para todos los implicados. «Si yo me había gastado más de 400 mil euros, casi medio millón de dólares, ella cuatro veces más». Todo ello coincidía con el inicio de una nueva etapa laboral de Nicolás Vallejo-Nágera colaborador en TVE. La cadena pública le contrataba como tertuliano en dos de sus espacios, Lazos de Sangre y La hora de la 1, por lo que podría haber acabado su litigio por este motivo.
Tras largos años de soltería, el español hace poco inició una nueva relación sentimental con la diseñadora de moda colombiana María Clara Mejía. Está asentado en Miami, donde reside su hijo y con quien pasa el mayor tiempo posible.
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Por su parte, Paulina Rubio comenzó una relación con Gerardo Bazúa, padre de su segundo hijo, Eros, y con quién las cosas tampoco terminaron bien. «Oye sí, uno aprende, pero por amor uno hace cosas que jamás haría normalmente», respondía. La cantante ha confesado que sí está «lista» para enamorarse de nuevo, pero «no tiene prisa». «Estoy tan bien en mi piel en este momento. Para empezar, mis hijos, ellos son pasión y aventura, ellos necesitan mucho de mí, entonces, no me quiero distraer», ha dicho.
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En una entrevista de promoción, la artista ha charlado con Pati Chapoy y ha terminado dando los detalles que en aquel momento la llevaron a tomar la decisión de divorciarse. «Yo creo que fue algo inevitable, prefería no estar con él a tener algo tan tóxico, sobre todo porque sentía que no era necesario», ha confesado. Paulina considera que durante su matrimonio las cosas no fueron bien y que, «por amor», fue muy «confiada».
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