¿Qué fue de Chelsy Davy, expareja del Príncipe Harry?

Fue su relación más larga hasta la fecha, pero la atención de los tabloids los separó

A mediados de la década de los dosmil, era un auténtico milagro abrir un periódico inglés y no encontrar en su interior una foto de Kate Middleton y Chelsy Davy. Como parejas de los Príncipes de Inglaterra, acaparaban titulares y las podíamos ver de forma habitual en Ascot, asistiendo a bodas de la alta sociedad o saliendo de los clubs más elitistas de Chelsea.

Sabemos cómo terminó el cuento para la ahora Princesa de Gales: una boda de cuento en 2011, próximo ascenso al trono real y tres hijos. Pero, ¿qué pasó con el antiguo amor de Harry? La glamurosa zimbauense fue la novia más famosa y duradera del benjamín de la familia. Apareció con ella de forma intermitente durante siete años, pero su relación estuvo llena de idas y venidas.

Se habían conocido en su etapa de estudiantes en Gloucestershire, cuando él residía en Eton y ella, en centro exclusivo para chicas. Siempre fue presentada ante la prensa como la posible mujer que encauzase al Príncipe en su etapa más díscola.

Un soplo de aire fresco para la monarquía británica tan diferente a la mujer de clase alta y remilgada a la que Harry podría haber elegido. Chelsy no tenía miedo de divertirse ni de mostrarlo en público, pero eso hizo que se expusiera a un nivel de escrutinio descontrolado. En una entrevista en The times llegó a revelar que fue una locura aterradora y terriblemente incómoda.

Se dice que la gota que colmó el vaso llegó cuando Guillermo y Kate se comprometieron y Chelsy vio el frenesí mediático que rodeó a la boda real. En el libro Battle of Brothers, Robert Lacey escribió: «Según una amiga, ella le dijo a Harry que nunca podría hacer los sacrificios que había visto hacer a Kate, particularmente cuando se trataba de moldear su vida en torno a la atención incesante de la prensa».

Justo cuando se pensaba que el próximo compromiso nupcial que se anunciaría sería el suyo, se hizo pública la ruptura. Chelsy buscó refugio en Zimbabue antes de regresar a Londres y vivir una vida relativamente discreta en una serie de pisos de soltera en Chelsea y South Kensington. Dejó su trabajo en la gran ciudad y comenzó su propio negocio en 2016, una marca de joyería africana llamada Aya, que más recientemente ha ampliado para incorporar elementos de estilo de vida y viajes.

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Asistió a la boda de Harry y Meghan en 2018 y ha dicho que «siempre será una buena amiga» del Príncipe, pero ya no se encuentra en los mismos círculos en los que solía estar. En cambio, ha cultivado un grupo de amigos increíblemente cercanos, entre ellos Lady Melissa Percy, a quien conoció a través de Harry, e Irene Forte, la hija del hotelero Rocco Forte, quienes habrían sido los primeros en conocer su relación con el padre de su hijo, el guapo Sam Cutmore-Scott.

En enero de este año, la joven de 36 años dio a luz a su primer hijo, un niño llamado Leo, y casi nadie sabía ni siquiera que estaba embarazada, o, de hecho, quién era el padre. Curiosamente, también se formó en Eton College, como el príncipe Harry, cantera de algunos de los nombres más relevantes de la sociedad británica.