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21 de mayo de 2024

Spanish Kings Felipe VI and Queen Margarethe of Denmark during a visit to Amalienborg Palace on the ocassion of their official visit to Denmark in Copenhague on Monday, 6 November 2023.

La Reina Margarita, este lunesGTRES

Gente

El vicio de la Reina Margarita y su polémico matrimonio con el Príncipe Enrique

Tras el fallecimiento de Isabel II, la Reina de Dinamarca es la más longeva de Europa, con 51 años en el trono

La Reina Margarita II, de 83 años, ya se ha recuperado de su operación de espalda y se ha convertido en la perfecta anfitriona del viaje de Estado de los Reyes Felipe y Letizia a Dinamarca. Una visita que arrancó este lunes, 6 de noviembre, y que ha sido pospuesta en varias ocasiones en la que volveremos a ver vestidos de gala y tiaras. Alrededor de las 14:00 horas, Sus Majestades llegaron a la capital danesa y fueron recibidos en el aeropuerto de Copenhague por los Príncipes herederos Federico y Mary y por la Princesa Benedicta, hermana de la Reina Margarita. Asimismo, la soberana también ha querido acudir al aeródromo para saludar a Don Felipe y a Doña Letizia a pie de pista, antes de trasladarle hasta el Palacio de Amalienborg.
Nacida un 16 de abril de 1940, Margarita de Dinamarca es la primera hija del príncipe heredero Federico, más tarde el Rey Federico IX y la Princesa Ingrid de Suecia, después Reina Ingrid. Sucedió a su padre después de su muerte, el 14 de enero de 1972. Con anterioridad, había sido convertida en heredera legal de su progenitor en 1953, cuando una enmienda constitucional permitió a las mujeres acceder al trono. De esta manera, Margarita se convirtió en la primera soberana mujer de Dinamarca desde Margarita I.
Queen Margrethe and Prince Henrik during her 77th birthday at MarselisborgCastle 
Aarhus , 16-04-2017

La Reina Margarita y el Príncipe Enrique durante su 77 cumpleañosGTRES

Aunque si hay algo que ha destacado durante sus años de reinado ha sido su polémico matrimonio con Enrique de Laborde de Monpezat. Se conocieron en Londres en 1965 cuando ella estudiaba en la Escuela Económica de la capital británica y él era un apuesto diplomático francés. Vivieron su romance en el anonimato hasta que el 10 de junio de 1967, dos años después de conocerse, se casaron en la iglesia de Holmen. Enrique, conde de Montpezat, fue nombrado Príncipe de Dinamarca, pero nunca fue Rey, como él quería.
No todo fue un camino de rosas y lo que comenzó siendo un amor que parecía idílico en la juventud fue tambaleándose poco a poco a lo largo de los años, llegando incluso a vivir separados. En el año 2002 el Príncipe consorte abandonó el país para instalarse en el Château de Cayx al sur de Francia, una de sus residencias familiares, hasta que al poco tiempo volvió a Copenhague junto a su mujer.
Empleó su tiempo a partes iguales en vivir en sus viñedos franceses, montar fiestas para sus amigos en el yate real o dar polémicas declaraciones en los medios de comunicación como «soy un perro al que le tiran un terrón de azúcar de vez en cuando» o «mi esposa no me da el respeto que una esposa normal debe darle a su cónyuge».
Cabe destacar también en estas líneas la vez que se excusó de no acudir al 75 cumpleaños de su esposa para poder irse a Venecia por su cuenta. En 2017, se anunció que el Príncipe Enrique padecía demencia, por lo que se retiró de la vida pública. A pesar de los disgustos que le dio a la Reina Margarita, esta no tuvo consuelo cuando su esposo murió un año después en el castillo de Fredensborg, residencia de primavera y otoño de la Familia Real danesa.
Fruto de su matrimonio con Enrique, nacieron sus dos hijos: Federico (nacido en 1968) y Joaquín (1969). Después de haber estado en el trono durante más de 50 años, es, actualmente, la segunda monarca danesa con el reinado más largo después de su antecesor Cristián IV y tras el fallecimiento de la Reina Isabel II del Reino Unido.

Un cigarrillo tras otro

Dice el refrán que nunca es tarde si la dicha es buena. Margarita de Dinamarca ha decidido dejar de fumar tras más de 66 años con un cigarrillo entre sus dedos. La primera vez que encendió uno tenía apenas 17 y no ha sido hasta la vejez cuando ha decidido dejar de lado las cajetillas. Debido a su operación de espalda, la monarca decidió prescindir de este mal hábito para reducir el riesgo de complicaciones relacionadas con la cirugía como infecciones, problemas pulmonares y que la herida de la intervención quirúrgica tardase menos en cicatrizar. En una entrevista que concedió a principios de año a Weekendavisen dijo sobre el tabaco que «ahora soy tan vieja que no importa». Sin embargo, ha cambiado de parecer.
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