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Hotel Richard Gere Alejandra Silva

Con vistas al mar Tirreno, Villa Treville destaca por ser un oasis de paz y tranquilidad

Gente

El hotel de 4.000 € la noche donde Richard Gere y Alejandra Silva se enamoraron

El matrimonio se conoció en 2014 en Positano

A veces, las casualidades de la vida se entrelazan de formas tan inesperadas que parecen sacadas de una película romántica. Esas pequeñas coincidencias pueden llevarnos a encuentros que, sin planearlo, se convierten en historias de amor inolvidables. Dos personas con vidas tan distintas, como Richard Gere y Alejandra Silva, pueden encontrarse en el lugar y momento exactos para iniciar una historia de amor que no esperaban.

A Richard Gere, su fama de galán le seguía allá donde iba. Desde su icónico papel en Pretty Woman donde se convirtió en el príncipe de los corazones rotos, hasta sus escenas memorables en Oficial y Caballero, el actor fue el ejemplo del hombre perfecto en la pantalla. Sin embargo, su historia de amor con Alejandra Silva cambió todo.

Se conocieron en 2014 en Positano, un lugar romántico de Italia, donde Alejandra trabajaba en el hotel Villa Treville. En ese momento, Richard se encontraba en pleno proceso de separación de su segunda esposa, Carey Lowell, y Alejandra atravesaba algo similar con su exmarido, el empresario canadiense Govind Friedland. Aunque ambos pasaban por momentos difíciles, su encuentro fue tan inesperado como inevitable.

Alejandra recordó ese primer encuentro en una entrevista con ¡Hola! . «Estaba un poco perdida, sin luz, y conocerle dio sentido a mi vida. Fue sentir que alguien me tendía la mano y me enseñaba el verdadero camino. Nuestro karma se atrajo en el momento en el que nos vimos. Nos conocemos desde hace muchas vidas», dijo, dando un toque casi místico a este encuentro que, al parecer, estaba destinado a ser.

Aunque para el famoso actor, su encuentro con la gallega pudo parecer sacado de una película, para ella fue algo mucho más real. Richard se rió al contar que Alejandra «no tenía ni idea» de quién era él. «Ninguna idea, no veía películas, y eso fue genial. Me alegré mucho por eso», dijo entre risas. Y añadió: «Ella pensó que era George Clooney».

Richard Gere

Una de las terrazas con vistas a la costa Amalfitana

Así, lo que empezó como una simple coincidencia, se convirtió en una historia de amor auténtica. Se casaron en 2018 en el rancho de Richard y, desde entonces, han demostrado lo fuerte que es su relación. Tienen dos hijos, Alexandre y James, y Richard también es padre de Homer, de 24 años, de su relación con Carey Lowell, mientras que Alejandra tiene a Albert, de su primer matrimonio. Hoy, viven en Madrid, en el lujoso barrio de La Moraleja, lejos del brillo de Hollywood.

Villa Treville, el paraíso sobre el mar Tirreno

No es de extrañar que Richard Gere y Alejandra Silva se enamoraran en un lugar como Villa Treville. Esta villa, ubicada en lo alto de un acantilado en la Costa Amalfitana, no solo tiene vistas espectaculares del mar Tirreno, sino que también está cargada de historia. Fue aquí donde el director Franco Zeffirelli, tras quedar cautivado por el pintoresco Positano, encontró su refugio ideal. En los años 40, mientras recorría el lugar en bicicleta, descubrió un pueblo de pescadoras al que solo se podía llegar a través de un empinado camino de mulas. Fascinado por su belleza, años después compró la propiedad para convertirla en su casa de vacaciones.

Las grandes estrellas de la época, como Liza Minnelli, Elizabeth Taylor y Richard Burton, pasearon por las mismas salas de la villa. Pero, con el paso de los años y la avanzada edad de Zeffirelli, llegó el momento de dejar en manos de otros la remodelación de este lugar tan especial. Y fue aquí, hace apenas diez años, cuando la villa se transformó en un lujoso hotel boutique bajo la supervisión de la arquitecta Fausta Gaetani, amiga cercana de Zeffirelli.

Villa Treville

Una de las piscinas de la villa

Villa Treville mantiene su esencia con colores vibrantes que celebran la artesanía local. Cada habitación es única, con muebles napolitanos, azulejos vietri y vidrio de murano, lo que le da un toque auténtico y lleno de historia. Con solo 16 habitaciones repartidas en 10 niveles, el lugar ofrece privacidad y exclusividad.

Rodeado de jardines tranquilos y con vistas espectaculares al Mediterráneo, es un lugar mágico donde cualquiera se siente especial. Las suites de lujo y el salón blanco con espejos y palmeras crean un ambiente acogedor. Los precios por noche varían entre 800 y 4.000 euros, pero aquí no solo pagas por una habitación, sino por una experiencia única. Villa Treville no es solo un lugar de ensueño por sus vistas, sino por la magia que llena cada rincón, un sitio perfecto para que el amor florezca.

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