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Kate Middleton , Princess of Wales during a visit to Southport Community Centre in the Merseyside town on Thursday October 10, 2024.

Kate Middleton, en una imagen de archivoGTRES

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El ritual centenario con el que quiere acabar Kate Middleton

Una especie de bautismo real por el que también pasaron los Príncipes Guillermo y Harry

Kate Middleton no es precisamente conocida por ser una Princesa 'rebelde'. Lejos de asemejarse a su suegra, Lady Di, la mujer del Príncipe Guillermo siempre ha adoptado una actitud educada, conciliadora y predispuesta a las normas. De ahí, que sea una de las personas más queridas de la Familia Real por el pueblo británico pese a no llevar sangre real en sus venas.

Sin embargo, tal y como avanza el Daily Mail, la Princesa podría embarcarse en sus propias guerras con la realeza de forma privada. El periódico británico asegura que no está del todo de acuerdo con ciertas normas y tradiciones a las que tanto ella como sus hijos están destinados como herederos al trono. En una conversación con Tom Quinn, autor del libro Yes, Ma'am: The Secret Life of Royal Servants (Sí, señora: la vida secreta de los sirvientes reales), desvelan que «la nuera de Carlos, Catalina, princesa de Gales, ha insistido en que no habrá derramamiento de sangre para sus hijos».

Por supuesto, no hablamos en el sentido estricto de la palabra, sino en relación a un ritual centenario al que le gustaría poner fin: el conocido como royal blooding. En él, los miembros más jóvenes son iniciados en el arte de la caza junto a sus parientes más longevos y con la intención de acabar con la vida de algún animal. A continuación, se untan la cara con la sangre derramada de este. La negativa de la Princesa Kate a permitir que sus hijos participen en esta tradición responde a su deseo de evitar que se expongan a la sangre cuando aún son pequeños.

Su padre, el Príncipe Guillermo, también tuvo que exponerse a ello y estaría de acuerdo con Kate en que no tengan que pasar por la misma experiencia. Si bien él no ha querido pronunciarse al respecto, el Príncipe Harry sí que lo hizo en sus memorias. El marido de Meghan Markle relata que, cuando tenía apenas 15 años, un guía de caza llamado Sandy lo llevó de caza a Balmoral. Alegó que, después de dispararle a un ciervo, Sandy llevó la tradición demasiado lejos al empujar la cabeza del Príncipe hacia el cadáver del animal.

«Traté de apartarme, pero Sandy me empujó más fuerte», escribió Harry. «Me sorprendió su fuerza demencial. Y el olor infernal. El desayuno me saltó del estómago». A pesar del evidente trauma asociado con la tradición, de alguna manera encontró consuelo en sus acciones. «Significaba salvar a la población en su conjunto, asegurando que tendrían suficiente comida para el invierno», escribió Harry en sus memorias.

La Princesa junto a sus hijos, George, Charlotte y Louis

La Princesa junto a sus hijos, George, Charlotte y LouisGTRES

«Un gran ciervo en la despensa significaba mucha buena carne para quienes vivían alrededor de Balmoral. Eran las virtudes que me habían sido predicadas desde una edad temprana, pero ahora las había vivido y las sentía en mi rostro. No era religioso, pero este 'tratamiento facial de sangre' fue, para mí, bautismal».

A juzgar por el relato visceral del Príncipe Harry, tal vez no sea sorprendente que la Princesa Kate no quiera que sus hijos experimenten en primera personal un ritual como este. Todo indica un cambio de actitud de la familia real hacia sus actividades tradicionales de caza y relacionadas con los animales. Se ha ganado el reconocimiento por ser una figura real contemporánea que dedicó sus esfuerzos a promover la salud emocional combinada con los compromisos familiares. Su probable decisión de no exponer a George, Charlotte y Louis a tales prácticas es otro paso hacia el mantenimiento de ese sentimiento.

Son muchos los que, desde entonces, se han pronunciado al respecto. La locutora y fotógrafa británica Helena Chard elogia y apoya la postura de Kate Middleton y se pregunta: «¿Por qué permitiría que sus hijos quedaran traumatizados por el arcaico y bárbaro ritual de la sangre? El aire libre es sinónimo de bienestar, vida y sanación, no un rito de iniciación ni la aceptación de los deportes sangrientos».

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