María Chivite, en la intimidad: de su pareja a su fabulosa casa

Desde agosto de 2019, María Victoria Chivite Navascués preside el Gobierno de Navarra. Fue la primera mujer en ocupar ese cargo y se ha consolidado como una de las figuras clave del socialismo navarro. A sus 47 años, atraviesa uno de los momentos más delicados de su trayectoria: sostener la estabilidad de su Ejecutivo mientras el caso PSOE sacude a su entorno político más próximo y con el foco en Santos Cerdán.

María Chivite vive en Gorraiz, una exclusiva urbanización del Valle de Egüés, a pocos kilómetros de Pamplona. Se trata de una zona eminentemente residencial, atravesada por un campo de golf de 18 hoyos, con zonas verdes, un palacio restaurado del siglo XVI y modernas infraestructuras. Es allí donde vive con su pareja, Miguel Mangado, concejal en un municipio navarro, y sus dos hijos: Mara, de 14 años, y Mateo, de 10.

Natural de Cintruénigo, en el sur de Navarra, María Chivite creció en una familia obrera marcada por el compromiso político. Su padre, Jesús Chivite, fue soldador y concejal socialista, y su muerte repentina en 2020 dejó una huella profunda en su vida. Formada en Sociología, con estudios en Recursos Humanos y estrategia política, dio sus primeros pasos en la política municipal muy joven. Desde entonces, ha escalado con constancia hasta convertirse en la primera mujer que lidera el Gobierno de Navarra, cargo que ocupa desde hace más de un lustro.

Con un estilo sobrio y técnico, ha logrado sostener pactos progresistas y consolidarse como una figura de referencia del PSN. Actualmente, percibe un salario bruto anual de 82.975,06 euros, lo que supone unos 5.926 euros al mes.

Su imagen ha sufrido gran desgaste tras el estallido del caso Servinabar, vinculado a Santos Cerdán. En una rueda de prensa reciente, la presidenta se quebró al defenderlo, lo que dio pie a titulares como «Las lágrimas de María Chivite». La presión se intensificó tras la dimisión de Ramón Alzórriz, su número dos en el PSN, al conocerse que su pareja había trabajado hasta 2024 en la empresa implicada. Aunque Chivite no está investigada judicialmente, la oposición —especialmente el PP— la acusa de haber otorgado contratos por más de 76 millones de euros a esa constructora.

Gracias a Instagram, se conocen muchos de los detalles que perfilan su vida fuera de la política: su hijo tocando la guitarra, su hija practicando gimnasia rítmica, excursiones en la nieve, días de barranquismo en el río Vero o simples paseos por el campo en familia.

También se la ha visto esquiando, practicando senderismo, escalada, e incluso crossfit, siempre proyectando una imagen activa, saludable y natural. Fiel seguidora del Osasuna, asiste cuando puede a los partidos del equipo rojillo, muy identificado con la identidad social y popular de buena parte del electorado navarro.