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El gato que mató a Mao Tse Tung

Picotazos de historia

El gato que fue condecorado por comerse a 'Mao Tse Tung'

«Por el meritorio y señalado servicio... cuando solo y sin armas, acosó y destruyó a Mao Tse Tung, una rata culpable de asaltar los suministros de alimentos que eran extremadamente escasos», rezaba la citación oficial de su condecoración

El 20 de abril de 1949, durante la llamada Guerra Fría, se produjo el Incidente Yang Tsé. Una fragata británica, la HMS Amethyst, patrullando un tramo del enorme río, se introdujo inadvertidamente en la zona controlada por el Ejército Popular de Liberación de Mao Tse Tung. La reacción de los chinos fue abrir fuego con las baterías de artillería que tenía en la ribera. Las primeras salvas alcanzaron la sala de timones, el puente –matando al comandante de la nave–, la bodega, la sala de máquinas y el generador.

HMS Amethyst

Se perdió el control y la fragata encalló quedando a merced de los cañones chinos. Durante los días 22 al 26 la tripulación luchó denodadamente para desencallar la agujereada nave y sacarla de los barrosos bajíos pero quedó atrapada dentro de territorio enemigo. Pasaron semanas de intensa labor diplomática y, el 30 de julio, tras labores de precaria reparación, la fragata emprendió una fuga que resultó exitosa. El 11 de agosto consiguió arribar al puerto de Hong Kong. La nave estaba gravemente dañada y había tenido 22 muertos, los heridos eran 31 y un gato. Déjenme que les hable de este último.

El gato Simón

Unos meses antes de todo este follón, en los muelles del puerto de Hong Kong un marinero del Amethyst encontró un gato de pelaje negro con el cuello y el morro blanco. El bicho, de apenas un año de edad, estaba desnutrido y enfermo pero con los cuidados del médico de a bordo y alimentado por la tripulación recuperó la salud y fue adoptado por la marinería como mascota. Simón, pues con ese nombre fue bautizado, fue debidamente enrolado y se ganó el afecto de todos por su descaro y la habilidad en cazar ratas y ratones. Hasta el capitán le permitía dormir en su gorra, el lecho favorito de Simón.

La tripulación del Amethyst con el gato Simón

El 20 de abril, Simón se encontraba durmiendo en el camarote del capitán cuando este fue alcanzado por los proyectiles de artillería. Ese día el Amethyst encajó 31 proyectiles de 150 y 105 mm. El pobre bicho logró salir de las ruinas del camarote y arrastrase hasta el puente donde lo recogió un miembro de la tripulación que, rápidamente lo llevó a la enfermería. Le sacaron cuatro trozos de metralla del cuerpo y le atendieron las quemaduras que tenía. Contra todo pronostico Simón sobrevivió y, tras un periodo de recuperación, reasumió sus funciones a bordo.

Simón brilló en la defensa de la nave, manteniendo a raya al invasor y la nave limpia de alimañas

Limpiar el barco de ratas

Durante el tiempo que estuvo embarrancado y, después, anclado en medio del río, el barco británico fue el objetivo de todas las ratas que infestaban esa zona del Yang Tsé. Simón brilló en la defensa de la nave, manteniendo a raya al invasor y la nave limpia de alimañas. Además jugó un papel clave en el mantenimiento de la moral de la tripulación durante esas duras semanas.
Cuando el Amethyst consiguió regresar a Hong Kong, Simón se había hecho enormemente popular. Le fue concedida la Medalla Dickin, que es algo así como la Laureada de San Fernando para animales pertenecientes a las fuerzas armadas británicas, así como la Medalla de la Campaña del Amethyst. Además fue ascendido a marinero de primera. La citación oficial, publicada por el Gobierno de Su majestad decía: «Por el meritorio y señalado servicio... cuando solo y sin armas, acosó y destruyó a Mao Tse Tung, una rata culpable de asaltar los suministros de alimentos que eran extremadamente escasos. Además, se hace saber, que del 22 de abril al 4 de agosto, mantuvo a su nave libre de plagas y alimañas, con fidelidad impecable».
Ya ven ustedes, durante el incidente Simón le «dio para el pelo» a una rata particularmente gorda, inteligente y destructiva que la tripulación había bautizado como Mao Tse Tung. De regreso al Reino Unido, Simón tuvo que cumplir con la cuarentena obligatoria para todo tipo de animales. Siendo una celebridad, se destinó a un oficial de la Navy para que ejerciera funciones de agente del gato y así lidiar con la prensa y el correo que recibía diariamente.
Desdichadamente sus heridas se infectaron y Simón murió el 28 de noviembre de 1949. El periódico The Times publicó una condolida y emocionada necrológica y su cuerpo mortal fue enterrado con todos los honores militares y la presencia de la tripulación de su nave, en el cementerio de animales de Ilford, en el East London.