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03 de mayo de 2024

Bestia de Gévaudan. Ilustración de la época ofreciendo 2700 francos por su muerte

Bestia de Gévaudan. Ilustración de la época ofreciendo 2.700 francos por su muerte

Picotazos de historia

La bestia de Gévaudan, el monstruo que aterrorizó Francia y que mató a cerca de 100 niños

Desde 1763 hasta el 19 de junio de 1767 se contabilizaron 210 ataques que totalizaron 113 muertos y 49 heridos. La mayor parte de las víctimas eran adolescentes o niños

A finales de junio de 1763 una pastorcilla que vivía cerca de la población de Langogne (comuna francesa del departamento de Locere en la región de Occitania), entonces en el Delfinado, regresó a su casa con las ropas destrozadas y en un gran estado de agitación afirmó haber sido atacada «por una bestia». Si consiguió salir con vida fue gracias a que los bueyes que conducía salieron en defensa de la pequeña boyera.
El siguiente 30 de junio fue asesinada Jeanne Boulet, de catorce años de edad, cerca de Langogne. Jeanne fue la primera víctima oficial de lo que se conoció como «La Bestia de Gévaudan». Este será el nombre asociado a un animal o a un grupo de ellos que aterrorizaron a la población de la antigua provincia de Gévaudan desde 1763 hasta el 19 de junio de 1767. Durante este tiempo, en un área de unos 80 por 70 kilómetros, se contabilizaron 210 ataques que totalizaron 113 muertos y 49 heridos. La mayor parte de las víctimas eran adolescentes o niños. Uno de los detalles, que entonces se juzgó curioso, era la habilidad de «la Bestia» para desgarrar el cuello de sus víctimas para acabar con sus vidas.
Grabado publicado en 1840 en el Journal des chasseurs. Ilustración del combate de Jeanne Jouve

Grabado publicado en 1840 en el Journal des chasseurs. Ilustración del combate de Jeanne Jouve

La Bestia fue descrita como «parecida a un lobo pero no un lobo», «una bestia feroz», «un animal de tamaño muy grande, de color café ligeramente quemado, con una raya negra en el lomo». Los ataques, cada vez más frecuentes y sangrientos, llenaron de angustia a los habitantes del antiguo condado y fueron ampliamente difundidos por las crónicas y gacetas de la época. Al final tuvieron que intervenir las autoridades locales (conde de Morangies, marqués de Apcher y el obispo de Mende) que serían burlados, una y otra vez, por la Bestia.
Durante esos años se llegaron a matar a tres Bestias cuyos restos, parciales y en mejor o peor estado de conservación, fueron examinados por George Louis Leclerc de Buffon, el más reconocido naturalista y biólogo de Francia. Buffon dictaminó que en todos los casos que le fueron presentados el animal era un lobo: «De gran tamaño, pero lobo al fin».
El primero de los lobos fue abatido por Jean Chastel el 13 de febrero de 1765 y era un animal de 77 kilogramos de peso; el guardabosques del duque de Orleans, el 29 de agosto de 1765, acabó con la segunda de las Bestias. El 20 de septiembre de ese año, cerca de la abadía real de Chazes, el porta arcabuz del Rey François Antoine, enviado por el propio Rey para acabar con la Bestia, abatió a un enorme lobo que dio, como el primero, 77 kilogramos de peso.
Presentación del cadáver de la Bestia por François Antoine ante la corte del rey Luis XV. Chez Mandare

Presentación del cadáver de la Bestia por François Antoine ante la corte del rey Luis XV. Chez Mandare

A lo largo de los dieciséis meses siguientes, hasta mediados de 1767, se produjeron más ataques, pero se ha descartado que se tratara de las Bestias y han de atribuirse a la psicosis colectiva provocada por la mortandad y ferocidad de los ataques producidos. Los ataques de las Bestias crearon un temor generalizado que llegó al grado de histeria en algunas zonas. Este temor fue tan grande que enraizó en el sentir del colectivo popular, quedando reflejado en la figura de la «Bestia» en las fiestas populares, canciones, relatos, heráldica, etc, de la zona. Desde principios del siglo XX se generó un nuevo interés en Francia por los sucesos relacionados con la «Bestia». Este interés ha producido teorías de todo tipo (eran un puma, unas hienas, asesinos en serie, licántropos, etc.) que se han mostrado en la literatura, el cine, la televisión y los comics.
En la película Hombre Lobo (2010), el personaje interpretado por el actor Benicio del Toro recibe un bastón, con pomo en forma de boca de lobo, de manos de Max von Sydow mientras le explica que dicho bastón viene de Gévaudan.
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