
Sarah Bernhardt como Cleopatra
Entrevista a Alejandra Izquierdo, egiptóloga
«Una de las ideas que tenemos sobre Cleopatra es que era una gran seductora, pero no es del todo real»
La historiadora y egiptóloga Alejandra Izquierdo desgrana los misterios que existen sobre la última reina de Egipto y humaniza a un personaje tan representado en el cine y la literatura
El cine, la literatura y los artistas no han dejado de recrear la vida de Cleopatra, una de las mujeres más poderosas de su tiempo. Dos mil años después de su muerte, la última reina de Egipto «es más leyenda que personaje histórico: sobre ella se han concentrado cuestiones como el colonialismo en la memoria histórica, la sexualización de la mujer en la sociedad y muchas otras cuestiones que hablan más de nuestro presente y nuestros prejuicios que del Egipto clásico», advierte Alejandra Izquierdo, historiadora, egiptóloga y arqueóloga que imparte clases de Egipcio Clásico en la Universidad Eclesiástica San Dámaso, en su libro Cleopatra. La mujer tras el mito de la última reina de Egipto (Roca Editorial).
Por ello, según confiesa en entrevista con El Debate, uno de los motivos por los que escribe este libro es para «poner a Cleopatra en su contexto. En muchas ocasiones se alimentan los mitos que hay sobre ella porque se desconoce la realidad histórica que hay detrás». A través de las 320 páginas, Izquierdo intenta «humanizarla» y dejar atrás esa idea tan «romantizada» que tenemos sobre ella.

La historiadora y egiptóloga Alejandra Izquierdo Perales en su visita a la redacción de El Debate
— ¿Qué tipo de fuentes históricas y documentación has consultado para reconstruir la figura de Cleopatra con rigor?
— Principalmente autores romanos que vivieron y escribieron sobre ella después de su muerte, como son por ejemplo Dion Casio o Plutarco. Además, he manejado fuentes egipcias, como es por ejemplo el papiro firmado por la reina. No obstante, las fuentes egipcias nos dan alguna información, pero dependemos de las fuentes romanas para reconstruir su biografía.— Desde tu perspectiva, ¿qué lecciones o reflexiones nos ofrece hoy la historia de Cleopatra?
— No creo que tengamos que aprender nada de ella como sí de otros personajes históricos cuyo ejemplo nos ofrece un modelo a seguir o una inspiración. Su historia es trágica y su vida es una historia de supervivencia.
Parece que, ahora que estamos viendo su historia desde otro prisma, queremos convertirla en una heroína. A lo largo de la historia se la ha tratado como una villana y ahora se quiere ver su historia desde el punto de vista contrario. No hay que caer en el error de tratarla ni de una forma ni de la otra, sino humanizarla, que es lo que yo intento en el libro.
— Más allá de la leyenda y el imaginario popular, ¿quién fue realmente Cleopatra como mujer, reina y estratega política?
— Realmente podemos conocer muy poco sobre cómo era ella en realidad. Todo lo que sabemos está muy mediado por los intereses políticos y propagandísticos de Roma, aunque gracias a la investigación científica nos podemos acercar más a cuál fue la historia real. No obstante, al desmitificarla en el libro considero que he logrado que nos aproximemos a una Cleopatra más real, más humana. Por ejemplo, una de las ideas que tenemos sobre ella es que era una gran seductora y esto parece que no es del todo real.
— En el Antiguo Egipto hubo mujeres de enorme relevancia como Hatshepsut, Nefertiti y Cleopatra. ¿Qué rol desempeñaban las mujeres en el poder en esa civilización?
— Dentro del libro me pareció muy importante dedicar un capítulo entero a esta cuestión. Cuando pensamos en el poder directo que tuvo Cleopatra nos parece excepcional, pero si lo miramos desde la perspectiva egipcia y, sobre todo, desde la de las reinas ptolemaicas, no fue tal. Las reinas egipcias tuvieron un papel importante dentro de la corte y luego hubo casos excepcionales de mujeres-faraón como es el caso de Hatshepsut. Las reinas ptolemaicas, que son las que precedieron a Cleopatra, tuvieron mucho poder dentro del gobierno, lo cual sienta las bases para el desarrollo posterior de esta reina.

Alejandra Izquierdo firmando en la Feria del Libro 2025
— ¿Realmente fue una gran administradora del reino, o se ha sobreestimado su capacidad política?
— Creo que ella hizo lo que pudo en un momento muy malo para la economía y la política egipcia.
— ¿Cómo describirías la compleja relación de Cleopatra con Roma, especialmente con figuras como Julio César y Marco Antonio?
— La relación de ella con Roma no surge por arte de magia bajo su mandato, sino que hunde las raíces en el reinado de su padre, Ptolomeo XII. Él se endeudó con Roma y estableció lazos de unión. Por tanto, la vinculación de Cleopatra con la política romana fue muy compleja, en gran medida por esta relación clientelar.
— ¿Cuáles fueron, en tu opinión, los factores clave que explican la derrota de Marco Antonio y Cleopatra en la batalla de Accio?
— Considero que la caída de Egipto a manos de Roma era cuestión de tiempo, hubo muchas tensiones previas y, además, la batalla no fue únicamente el encuentro naval, sino que tuvo una serie de precedentes que los llevaron a perder, como las enfermedades o el abastecimiento.
— Dedicas un apartado a aclarar la verdad detrás de los lujos y excesos atribuidos a Cleopatra. ¿Cuál dirías que es el mito más disparatado sobre ella en ese sentido, y qué hay de cierto realmente?
— Estos lujos que se le atribuyen son, en gran medida, fruto de un choque cultural. Para la dinastía ptolemaica mostrar el lujo y el exceso era algo bueno, mientras que en la mentalidad romana era algo más bien hortera y de mal gusto. Por tanto, es posible que este mito que hay en torno a ella encierre parte de verdad.

Cleopatra. Retrato del artista John William Waterhouse
— Asimismo, en el libro comentas el debate sobre la raza de Cleopatra, ¿qué tan justas son las representaciones modernas de Cleopatra en el cine y la literatura?
— No podemos conocer con total certeza cómo era su aspecto físico, ya que sus restos no nos han llegado y tampoco sabemos con absoluta seguridad quién fue su madre. Lo más probable es que tuviese el pelo oscuro y que no fuese tan blanca como Elizabeth Taylor, es decir, que tuviese un aspecto más parecido al de una egipcia actual o una mujer mediterránea.
— Uno de los grandes enigmas sigue siendo la ubicación de su tumba. ¿Qué teorías o hipótesis consideras más plausibles sobre su paradero? ¿Por qué hay tan poca evidencia arqueológica directa sobre ella?
— Lo que conocemos sobre su tumba es a través de autores clásicos. La ciudad de Alejandría no se ha deshabitado en ningún momento desde la Antigüedad, por lo que se ha seguido construyendo encima. Desde hace 20 años Kathleen Martínez está buscándola en Taposiris, sin embargo, coincido con Chris Naunton en que lo más probable es que la tumba se encontrase en Alejandría por diferentes referencias textuales y porque no parece que tuviesen que ocultar los cuerpos de Augusto.
— ¿Se ha descubierto algo en años recientes que haya cambiado la visión tradicional sobre Cleopatra?
— Gracias a la investigación histórica podemos saber que algunos de sus mitos no son ciertos. De hecho, gracias a la evolución de este conocimiento los historiadores somos más escrupulosos a la hora de hacer nuestro trabajo e intentamos acercarnos a la historia de una forma más objetiva. Si observamos los estudios de los últimos 300 años podemos ver cómo poco a poco la ciencia histórica ha ido evolucionando.
— Y, por último, si tuvieras que definir a Cleopatra en tres palabras, ¿cuáles elegirías y por qué?
— Reina, persona y ptolemaica. No podemos olvidar que fue reina y como tal tuvo que tomar decisiones de acuerdo con su situación. Es importante tener presente que era una persona y no caer en el error de convertirla en una villana ni en una heroína. Y, por último, ptolemaica porque si observamos el desarrollo de esta dinastía podemos ver cómo fue hija de su contexto y de su tiempo.