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Pintura al óleo de una brujaWellcome Trust, UK

Reino Unido

Escocia indultará a las «brujas» que ejecutó hace casi 300 años

Se estima que 4.000 personas fueron acusadas de brujería entre los siglos XVI y XVIII, la mayoría mujeres y niñas

Miles de personas acusadas de brujería en Escocia serán perdonadas póstumamente, casi 300 años después de sus injustas ejecuciones. Los crímenes por los que fueron juzgadas oscilan entre lo absurdo, como provocar resacas o convertirse en búho, hasta lo peligroso: reuniones con el demonio, o conjurar tormentas para hundir los barcos del rey Jaime VI.

Hoy, como resultado de una petición popular, se limpiarán los nombres de aquellos condenados por hechicería entre 1563 y 1736 bajo la Ley de Brujería.

De las aproximadamente 4.000 personas acusadas, más de la mitad fueron ejecutadas públicamente. Además, más del 85% de las sentenciadas eran mujeres o niñas.

Después de una campaña de dos años, una propuesta en el parlamento escocés ha conseguido el apoyo de la administración de su líder, Nicola Sturgeon. Fue la señora Claire Mitchell quien instigó la petición; Mitchell lidera «Brujas de Escocia», grupo que hace campaña para conseguir el perdón, una disculpa del gobierno, y un monumento oficial a las víctimas.

Las leyes de Brujería aprobadas por el rey Jaime IV de Escocia llevaron a una extensa búsqueda nacional de brujas que en el futuro se conocería como la Gran Caza de Brujas Escocesa de 1597.

Se trata solo de la segunda de cinco cazas de brujas nacionales de la historia de Escocia y, como las demás, se condujo bajo la supervisión de la Comisión Real.

El único sepulcro

Claire Mitchell se inspiró parcialmente por el caso de la escocesa Lilias Adie, acusada de brujería en el año 1704.

Coaccionada por las autoridades, Adie se declaró culpable de realizar hechizos maliciosos y de mantener relaciones sexuales con el demonio. La condenaron a morir en la hoguera, pero la mujer terminó falleciendo en prisión antes de la ejecución, posiblemente por suicidio.

Su cuerpo fue enterrado en la costa de su pueblo natal, bajo una gran piedra. La suya es la única tumba de las víctimas de la caza de brujas que se ha identificado.

En 2019, el sepulcro de Adie fue el centro de un gran evento conmemorando los miles de hombres y mujeres escoceses perseguidos y asesinados por su supuesta práctica de brujería entre los siglos 16 y 18. Residentes del pueblo de Torryburn, lugar de nacimiento de la víctima, y miembros del grupo «Recordamos a las Brujas de Fife» se reunieron frente a su tumba, donde colocaron tributos florales.

La medicina, un oficio difícil

En conversación con el periódico Daily Mail, la psicoterapeuta Cali White citó el caso de Geillis Duncan, sirvienta escocesa acusada de brujería en 1590.

«En las épocas previas a la sanidad pública, la gente era responsable de tomar sus propias decisiones sanitarias. Era común para ellos consultar a una ‘sabia mujer’ local que usaba hierbas y remedios, o ‘magia’, para crear pociones curativas», recuerda White. «Estas solían ser las mujeres acusadas de ‘brujería’, como Geillis Duncan, sirvienta a quién su patrón acusó de necromancia».

El conocimiento de las plantas y de las curas se convirtió en un oficio peligrosoCali White, psicoterapeuta británica

La brutal tortura a Duncan, que tenía reputación de curandera, desencadenó las cazas de brujas de la región de North Berwick, en las que 70 personas fueron acusadas de brujería.

«El conocimiento de las plantas y de las curas se convirtió en un oficio peligroso», lamenta White.

Natalie Don, miembro del parlamento escocés como parte del partido gobernante SNP, comparte que el indulto a las brujas podría aprobarse antes del próximo verano: «Tenemos que corregir los errores, y es justo que estas personas que fueron criminalizadas sean perdonadas».