La trabajadora de una farmacia portuguesa, Ana Militão, ha explicado que en Portugal el Gobierno no permite hacer negocio con los test de autodiagnóstico y ha establecido un precio para la venta de estas pruebas, cuyo valor no puede superar el 15 por ciento y ha dicho que le parece «muy mal» lo que pasa en España con estas pruebas porque la situación es muy difícil y hacer de esto un negocio «está muy feo, no se debe hacer».
Comentarios