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Pintada denunciada a mediados de marzo por la activista Olga Misik en su cuenta de Twitter que reza «no vendas la patria, put*»Twitter | Olga Mísik

34 días de guerra en Ucrania

«Cerdo», «traidor»: las pintadas que se encuentran los opositores rusos en sus casas

Cuatro activistas y periodistas críticos con la guerra han denunciado haber sido víctimas de este tipo de señalamientos en las últimas semanas

«Cerdo», «traidor», «put*». Si usted vive en Rusia, es una figura de cierto reconocimiento público y se ha pronunciado abiertamente en contra de la «operación militar especial» desplegada por las tropas del Kremlin en Ucrania desde hace 34 días, es probable que, si no le han arrestado todavía, cualquier día que vuelva a casa se encuentre alguna de estas palabras pintarrajeadas con espray en la puerta.
El señalamiento, táctica de acoso y derribo muy frecuente y habitual con muchas de las voces críticas con el régimen del presidente Vladimir Putin, está más vigente que nunca en el país euroasiático. El método predilecto para llevarlo a cabo esta vez, según han revelado algunos de los afectados, parece inalterable: insultos contra los detractores de la invasión y proclamas a favor de la guerra a la entrada de sus domicilios.
El último en sufrirlo ha sido el exdirector de la emisora Eco de Moscú Alexéi Venedíktov, que el pasado jueves, cuando regresaba a su apartamento, encontró pintada en la puerta un emblema con la bandera de Ucrania, la palabra «Judensau» –«cerdo judío», en alemán– y una cabeza de cerdo con una peluca a modo de imitación de su melena.
La cadena, referente de la libertad informativa en Rusia, fue cerrada a principios de marzo por el Kremlin tras 30 años de actividad por haber difundido información «falsa» sobre la campaña y haber emplazado con ella a la «violencia» y al desarrollo de «actividades extremistas». «¿Han decidido intimidarme a mí y a mi familia? ¿A mí, a quien se llevaron para fusilar los militares de Dudáyev (primer líder separatista checheno)?», denunció en su canal de Telegram.
Tras conseguir la grabación de la cámara de seguridad del edificio, Venedíktov aseguró a la agencia de noticias Ria Novosti que la policía «ya estaba al corriente» antes de que interpusiera la denuncia y afirmó que el autor de la pintada podría haberse disfrazado de repartidor para acceder al interior del inmueble
Junto a él, dos activistas de San Petersburgo, Daría Heikinen –del Movimiento Mayak– y Kristina Vorotníkov –antigua ayudante del opositor Alexéi Navalni– corrieron la misma suerte, con carteles en sus respectivos domicilios en los que se podía leer «¡Peligro! ¡Aquí vive una traidora a la patria!» y estiércol esparcido por el suelo.
Algo similar ocurrió también con Olga Misik, la joven que saltó a los titulares de la prensa internacional tras leer la Constitución frente a la policía durante unas protestas en 2020. «No vendas la patria, put..,», fue el mensaje (encabezado por una 'Z', la letra convertida en símbolo de apoyo a la guerra) que se encontró en su puerta, según denunció en un mensaje en Twitter el pasado 16 de marzo. «Mi apartamento ha recibido un tratamiento cosmético», le quitó hierro la joven. Y no satisfecha, citó a continuación una frase sobre la «purificación de la sociedad» pronunciada por el presidente ruso la víspera, que atribuyó a «A. Hitl... perdón, V. V. Putin».