El carguero ruso Zhibek Zholy, que supuestamente robó grano ucraniano
Estambul hace de territorio neutral para la primera negociación entre Rusia y Ucrania
Tema a discutir: la exportación del grano, el bloqueo del mar Negro, y como evitar la hambruna mundial
La tensión entre Rusia y Ucrania está en su punto más alto, con intensos combates en la región del Donbás y un número constante de muertos diario. Sin embargo, ambos países lograron enterrar el hacha de guerra durante apenas unas horas, para negociar sobre el tema que preocupa a todo el globo: la inminente crisis de hambruna, provocada por el bloqueo de la exportación del grano ucraniano.
Haciendo caso a la insistencia del presidente Recep Tayyip Erdogan, que no dejaba de proponerse como mediador, una delegación ucraniana y otra rusa se reunieron en Estambul, capital turca y, en esta ocasión, terreno neutral.
Durante las negociaciones, dialogaron sobre una propuesta esbozada por las Naciones Unidas. Según la iniciativa, los barcos de Ucrania saldrían cargados de grano de los puertos del mar Negro, esquivando las aguas llenas de minas. Moscú tendría que acceder a un alto el fuego durante los trayectos, y después Turquía, con la ayuda de la ONU, inspeccionaría los cargamentos para apaciguar los temores de Rusia de que se utilicen para el tráfico de armas.
Se trata de la primera vez en meses que Kiev y Moscú se encuentran cara a cara. Dmytro Kuleba, ministro de Exteriores de Ucrania, afirmó que las conversaciones se llevaron a cabo por que su país necesitaba garantías de que las fuerzas enemigas no «se infiltrarían en el puerto para atacar puertos, o agredir desde el aire con sus misiles».
Rusia, según Kuleba, se muestra reacia a reanudar las exportaciones de grano porque «saben que recibiremos pagos de los mercados globales, y eso nos fortalecerá».
El bloqueo del mar Negro sucede desde hace meses. En su afán por conquistar las ciudades de Odesa y Mikolayev, además de Mariúpol y Jersón, que ya son suyas, Rusia sembró las costas frente al sur de Ucrania de minas y buques de guerra. Allí se libran sangrientos combates entre las fuerzas de ambos país, que a su vez impiden que los barcos ucranianos desembarquen con el grano.
Las exportaciones agrícolas de Ucrania suponen un 10% del mercado global. Detrás de Rusia, Estados Unidos, y Argentina, es el cuarto mayor exportador del mundo, por lo que su falta de productos desencadenará una crisis de escasez internacional.
Los efectos de esta hambruna ya empiezan a sentirse en los países orientales, y en los próximos años darán pie a un éxodo masivo que se convertirá en crisis migratoria para Europa.
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