El Regimiento «Asturias» celebra su 350º aniversario
Así opera un regimiento español en Letonia
El Asturias participó entre 2020 y 2021 en ejercicios de fuego real –simulación de limpieza de habitaciones o apertura de puertas con explosivos– y colaboraciones aéreas con otros ejércitos
El regimiento Asturias es un referente de la infantería española: fundado en 1663, titular de la Laureada colectiva desde 1886, ha luchado en muchas de las batallas libradas por España en los últimos tres siglos y medio.
Y ha sabido adaptarse a los nuevos escenarios estratégicos, como lo demuestra su participación en catorce misiones internacionales desde la caída del Muro de Berlín, desde Bosnia hasta el Líbano, pasando por Kosovo, Mozambique o Irak.
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La última, entre 2020 y 2021, ha sido en Letonia, en el marco de la operación de la OTAN «Presencia Avanzada Reforzada», decidida en la cumbre de la organización celebrada en Varsovia en 2016 con el objetivo de defender sus flancos más vulnerables de cara a la agresividad rusa.
El Asturias, hoy unidad de infantería mecanizada, envió al país báltico un destacamento de unos 350 hombres. Conformaban un subgrupo táctico mecanizado, al que se unió una Compañía de Ingenieros y una Batería de Defensa Antiaérea.
«Una misión con 10 naciones es un motivo para demostrar que estamos preparados», afirmó hace unos días en un encuentro organizado por el Instituto Bancés y Valdés, al que asistió El Debate, el oficial al mando de la misión, teniente coronel Gregorio Piñero Echevarría.
El destacamento español era el segundo en importancia en un battlegroup liderado por Canadá. El Asturias llegó al país báltico tras seis meses de preparación específica, periodo equivalente al del despliegue. «Había que operar con temperaturas de hasta 20 grados bajo cero», precisa el teniente coronel Piñero.
Lo menos que se puede decir es que operaron: durante el tiempo que duró la misión, el Asturias participó en ejercicios de fuego real –simulación de limpieza de habitaciones o apertura de puertas con explosivos–, colaboraciones aéreas con los F18 españoles estacionados en Lituania, con los Eurofighter italianos o los helicópteros norteamericanos Apache.
También asumió tareas de representación, como una exhibición ante el presidente de Letonia, y de divulgación cultural, como las clases de español impartidas por soldados a algunos habitantes de la zona.
«Volvieron todos», declara Piñero, que no recuerda el coste diario de la misión. «Tuve que firmar un montón de facturas». Sus objetivos fueron cumplidos. El regimiento volverá a Letonia en 2023 para sustituir al Córdoba. Y lo hará al mando de otro oficial.
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