El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, participa en un acto de campaña en Guarulhos Sebastião Moreira
Elecciones Brasil
Jefferson, aliado de Bolsonaro, le complica en la recta final de campaña al disparar a dos policías
Roberto Jefferson, aliado de Jair Bolsonaro y político histórico, arrojó varias granadas a la Policía y dejó heridos a varios agentes. El hombre quedó detenido después de resistirse a la autoridad y protagonizar un violento enfrentamiento.
El abrazo del oso es como se podría resumir lo que ha hecho Jefferson con Bolsonaro que no dudó en condenar el ataque y pedir que aquellos que recurran a la violencia deben estar en prisión.
Ex líder del PTB (Partido Laborista Brasileño), Jefferson, de 69 años, además de arrojar varias granadas y herir con restos de metralla a dos agentes, empuñó un fusil y disparó contra el vehículo oficial hasta dejar hecho añicos el parabrisas.
El suceso se produjo en la ciudad de Río de Janeiro donde el juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, ordenó su detención por violar la orden de permanecer bajo arresto en su domicilio.
A medida que se acerca la fecha clave de las elecciones, este domingo 30 de octubre, aumenta la tensión entre los partidarios del ex presidente Luiz Inacio Lula Da Silva y el actual jefe del estado, Jair Bolsonaro.
Los sondeos pronostican un virtual empate técnico con tendencia de subida de Bolsonaro. De confirmarse estos pronósticos, la madruga del lunes podría ser de infarto si no hay un claro vencedor.
Brasil corre el riesgo de entrar en una dinámica que obligue a apurar hasta el último voto del escrutinio y prolongar los resultados de la votación durante varios días.
La victoria de Lula en al primera vuelta y el apoyo del expreisdente Fernando Henrique Cardoso junto con el de la candidata de centro derecha y tercera en la primera vuelta, Simone Tebet, dispararon las expectativas del líder del Partido de los Trabajadores, pero este escenario se ha complicado en las últimas semanas con el repunte sostenido de Bolsonaro.
Ambos contendientes se juegan el todo por el todo el domingo. Los respectivos jefes de campaña y asesores miden sus movimientos hasta el milímetro. En el caso de Lula evitan nuevos enfrentamiento en televisión salvo el último debates. La ocasión la aprovechará Bolsonaro para tener el protagonismo absoluto en esos espacios y someterse a entrevistas a fondos donde corre el riesgo de comerte algún error, pero también de evitar patinazos y movilizar la abstención.
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